Científicos han descubierto una fuga en el fondo del océano cerca de Oregón, en la costa oeste de Estados Unidos y Canadá, que podría proporcionar pistas sobre la actividad sísmica en el noroeste del Pacífico y, según los investigadores, incluso provocar un gran terremoto.
La filtración, bautizada como Oasis de Pythia, se encuentra exactamente en la parte superior de la falla de la zona de subducción de Cascadia, una inquietantemente silenciosa falla marina que se extiende desde la isla de Vancouver, en la costa oeste de Canadá, hasta el norte de California, y que amenaza con desencadenar un terremoto de magnitud 9 en el noroeste del Pacífico.
El descubrimiento de la filtración llegó después de que el sonar de un barco mostrara inesperados penachos de burbujas a unos tres cuartos de milla bajo la superficie del océano.
Una exploración posterior con un robot submarino reveló que las burbujas eran solo un componente menor de un fluido caliente y químicamente distinto que brotaba del sedimento del fondo marino.
El líquido, que contiene cantidades «extremas» de boro y litio, pero notablemente menos cloruro, potasio y magnesio, puede ser una especie de lubricante tectónico, y sin él, la placa sobre la que se asienta podría estar en peligro de moverse bruscamente.
Según los cálculos del equipo de investigación, el fluido procede directamente de la megafalla de Cascadia, donde se estima que las temperaturas son de 150 a 250 °C.
El extraño fluido que sale disparado del agujero es más caliente que el agua que lo rodea en 9 °C, lo que sugiere que el fluido está procediendo directamente de la megafalla.
«La pérdida de fluido de la interfaz de la megafalla de alta mar a través de estas fallas de deslizamiento es importante porque disminuye la presión del fluido entre las partículas de sedimento y, por lo tanto, aumenta la fricción entre las placas oceánicas y continentales», señala el comunicado.
Aunque hasta la fecha no se han detectado otras fugas similares, los investigadores sospechan que pueden existir otras en las proximidades. Si se trata de una característica común, tal vez puedan proporcionar a los científicos información sobre la actividad tectónica e incluso sobre el riesgo de terremotos.
El Oasis de Pythia proporciona una ventana poco frecuente a los procesos que actúan en las profundidades del fondo marino, y su química sugiere que este fluido procede de las proximidades del límite de placas, lo que señala que las fallas cercanas regulan la presión del fluido y el comportamiento de deslizamiento de megacabalgamientos a lo largo de la zona central de subducción de Cascadia.