Jayne Carpenter acudió al hospital por una tos y salió sin tres de sus extremidades después de haber sido diagnosticada con sepsis, hace cuatro años.
En diciembre del año pasado, su esposo Robert la encontró sin vida tras recibir un llamado de ella, en el que le pedía que fuera por su perro.
De acuerdo con El Universal, Jayne Carpenter era una mujer activa y aventurera, sin embargo, su vida cambió radicalmente tras ese diagnóstico.
En 2016, Jayne Carpenter decidió ir al médico por unas complicaciones de salud, pero no parecía grave. Lo único que tenía era una tos persistente.
No obstante, le hicieron estudios y detectaron que tenía neumonía, de acuerdo con portales especializados, esta enfermedad se presenta cuando uno o dos de los pulmones se encuentran infectados.
Esta enfermedad, causada por bacterias en la sangre, a menudo provoca infecciones graves; esta respuesta puede empeorar de forma muy rápida y causar la muerte de los afectados.
Esto fue lo que ocurrió con Jayne quien pasó dos meses en coma por esta enfermedad, de hecho, la infección le provocó una necrosis que comenzó a extenderse por todo el cuerpo y fue en ese momento que los doctores decidieron amputar ambas piernas y un brazo.
Carpenter tenía muchos sueños por delante, uno de ellos era ayudar a las personas en la misma situación y ser defensora de concientización sobre la sepsis, incluso recaudaba fondos para financiar una novedosa cirugía.
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