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El amor del sacerdote Riccardo Ceccobelli hacia una mujer fue más fuerte que su vocación hacia la religión, por lo que se despidió de su diócesis de Todi diciendo, «mi corazón se enamoró».
Mi corazón se enamoró, nunca he tenido la posibilidad de traicionar las promesas que hice. Pero quiero intentar vivir este amor», contó el sacerdote Riccardo a su superior, el obispo Gualtiero Sigismondi, según un comunicado de prensa de la diócesis.
El ex sacerdote que relató su historia el martes a la prensa, fue suspendido del servicio e inició los trámites para volver al estado laico, según medios locales.
La identidad de la mujer por la que colgó la sotana no ha sido divulgada.
Con información de Excelsior