En la aparentemente tranquila vida de Dmitry y Natalia Bakshéyev, una pareja que gozaba de la simpatía de la sociedad en Rusia, se escondía un oscuro secreto. Durante dos décadas, esta pareja llevó a cabo una serie de asesinatos en serie, dedicándose a buscar, cercenar, comer y vender la carne de sus víctimas en un espeluznante acto criminal.
A pesar de los meticulosos crímenes perpetrados por la pareja, un celular se convirtió en su perdición al revelar fotografías de los cuerpos y los productos alimenticios que preparaban para la venta.
Natalia Bakshéyev, nacida en 1975, trabajó durante varios años como jefa de enfermeras en el departamento de sanidad del Colegio Superior Militar de Aviación de Krasnodar, Rusia. Sin embargo, su carrera llegó a su fin debido a su lucha contra el alcoholismo crónico, lo que la llevó a ser despedida.
Por su parte, Dmitry Bakshéyev, nacido en 1982, tenía antecedentes penales por hurto a tiendas y vehículos. A pesar de ello, logró evadir a las autoridades y no cumplió las penas correspondientes. Este individuo también trabajó como restaurador de apartamentos y en diversos oficios generales.
Según las investigaciones, se estima que los Baksheevs comenzaron a vivir juntos en 2012 en un dormitorio escolar que Natalia había heredado de su anterior esposo. Aunque presentaban comportamientos asociales dentro de su comunidad, nunca levantaron sospechas sobre sus actividades anormales.
Dado que ambos estaban desempleados, Natalia comenzó a ofrecer pasteles de carne a sus vecinos. Varios testigos afirmaron que cuando una vecina le preguntó sobre los ingredientes de estos pasteles, la asesina en serie respondió de manera siniestra: «Con lo que me voy encontrando».
En medio de las investigaciones, se descubrió que Natalia también suministraba carne y preparaciones a una base militar donde había trabajado como enfermera. Incluso se afirmó que vendió carne a reconocidos restaurantes de la región.
Uno de los encuentros más macabros de Natalia fue con Elena Vashrushev, de 35 años, camarera de un restaurante cercano. Convenció a Elena de ir a su vivienda, donde terminó con su vida de forma brutal.
La clave para desenmascarar a la pareja caníbal fue un celular extraviado por Natalia. Un trabajador de la zona lo encontró y se horrorizó al descubrir el contenido de la galería de fotos. Entre ellas se encontraban imágenes de Dmitry sosteniendo una mano humana en su boca.
Conmocionado, el obrero entregó el celular a las autoridades, quienes descubrieron que una de las imágenes correspondía a Elena Vashrushev, reportada como desaparecida.
Según los archivos del celular, Elena fue asesinada el 8 de septiembre de 2017 durante una reunión en la que se embriagaron. Tras una disputa entre Natalia y Elena, esta última ordenó a su esposo asesinar a su rival, pero también participó activamente en el crimen. El informe forense reveló que Elena murió a causa de múltiples puñaladas.
Las autoridades registraron la residencia de la pareja, donde había sido asesinada Elena, y se encontraron con una espantosa sorpresa. En medio del desorden, se hallaron más restos humanos.
En la cocina, se descubrieron siete paquetes con restos de cuerpos y 19 fragmentos de piel. Los Baksheevs confesaron haber guardado partes de algunas de sus víctimas dentro de ese electrodoméstico, con la intención de consumirlas.
Inicialmente, la pareja enfrentó cargos por asesinato, pero posteriormente se les acusó de asesinato grupal. Natalia Baksheeva fue condenada a 10 años de prisión, mientras que Dmitry recibió una condena de 12 años.
Este espeluznante caso de asesinato en serie ha dejado una marca indeleble en la sociedad, recordándonos que el mal puede ocultarse detrás de una apariencia engañosa y que el horror puede acechar en los lugares más insospechados.
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Con información de El Universal