Aunque sea difícil de creer, un grupo de pobladores de Coita, Chiapas, llevan varias noches en vela debido al avistamiento de un hombre lobo que los acecha.
Los licántropos son una criatura mítica que ha acompañado a la humanidad dentro y fuera de la ficción, ya sea como personajes propios de libros y películas, protagonistas de pesadillas, así como criaturas que vivían en los bosques y acechaban a los imprudentes.
La aparición de este tipo de criaturas, sean licántropos u otras especies raras, en ocasiones son producto de una histeria colectiva, pero para muchos son reales.
Tal es el caso de los pobladores de Coita; a través de un hilo de Twitter se hizo de conocimiento público que en Chiapas existe todo un pueblo que no ha podido dormir ya que le temen a un hombre lobo y hasta se han organizado para darle caza y por fin terminar con el miedo.
El usuario detalla que durante la segunda noche, en Ocozocoautla de Espinosa (el nombre oficial del municipio que es referido por los locales como Coita) se reportaron disparos, gente fuera de sus casas, así como los aullidos y lamentos muy similares a los de un lobo.
Y bueno, no ha faltado quien se ha aprovechado un poco. Incluso han salido videos del supuesto lobo y aullidos. Dejo el video acá para el análisis y dictaminen de Jaime Mausan. pic.twitter.com/TY27zT3exD
— Saúl (@saulzenteno) April 11, 2020
Una tradición de nahuales
La aparición de este hombre lobo también ha sido alimentada por el mito de los nahuales. Los nahuales son una de las criaturas místicas que más reaparecen en las leyendas mexicanas y su origen se rastrea hasta tiempos prehispánicos. Se trata pues de personas que pueden tomar formas animales y que por lo general su propósito está asociado con causar mal, aunque en las diferentes culturas prehispánicas los nahuales tienen distintas características, en muchas es considerado como el don de convertirse en animales y así defenderse. Sin embargo, más allá de tales consideraciones, los nahuales están rodeados de historias de caza, por lo que es común escuchar historias de animales (nahuales) que son heridos en la noche y que al siguiente día los humanos tienen heridas que coinciden con la forma animal, entre otros.
La histeria colectiva
Más allá de la existencia de un licántropo en la zona, en realidad lo que lo expertos están diagnosticando en el municipio es un caso de histeria colectiva, similar al que han sufrido los mexicanos en otros tiempos de estrés como el mítico caso de Monchito durante el sismo del 85… y hasta de Frida Sofía en el 19S.
Dulce Bonigaz, psicoteraueta, considera que este momento de terror y caza que los pobladores están pasando son producto de la histeria, ya que algunos están experimentando episodios de insomnio, así como el miedo ante una pandemia por el desarrollo del COVID-19 en México.
«Ruidos que siempre han estado en el entorno, pero como normalmente el grueso de la población a esa hora está durmiendo, no lo registra, eso me parece que pudo haber sido lo que dispara el tema». Explicó.
Del mismo modo, ella explica que el miedo a una pandemia puede traducirse en un miedo a algo más “tangible” y cercano a las personas, es decir, un virus como el coronavirus es virtualmente desconocido para muchos, en cambio el mito de un hombre lobo es mucho más cercano y sencillo de temerle. Más allá de que sean una ficción, lobos y otros animales pueden ser cazados, así como podrían atacar a otros animales (como ganado) y personas.
La ingesta (accidental) de hongos alucinógenos
Cabe aclarar que hasta el momento no ha habido ningún reporte de que esto esté sucediendo en Coita, sin embargo, en la historia de la humanidad ha habido casos de histeria colectiva asociada al consumo accidental de hongos u otros agentes que derivan en alucinaciones.
Tal es el caso de cornezuelo, un hongo que suele crecer en distintas plantas, como en las espigas de centeno, y que además tiene un uso extensivo en la historia tanto como abortivo como auxiliar en las hemorragias uterinas después del trabajo de parto (pues contrae el útero, evitando la hemorragia), así como del desarrollo de industrias farmaceúticas en ciertas partes del mundo.
Pero más allá de su uso medicinal, el cornezuelo también ha estado asociado a un uso como droga, dado por sus propiedades tóxicas, es considerado como el “LSD de las abuelas”, puesto que su composición química es precursora del LSD. Pero mucho antes de saber sobre ello, este hongo era usado junto con la harina de centeno para hacer pan, por lo que su consumo resultaba tóxico para las personas, derivando en una condición llamada ergotismo.
Los síntomas del ergotismo incluyen alucinaciones, convulsiones y en los casos más graves la necrosis, aparición de gangrena. Esta sintomatología es lo que hace que algunos crean que los juicios por brujería de Salem fuera potenciada por el consumo de pan de centeno contaminado con cornezuelo, que provocaba que las mujeres experimentaran alucinaciones y derivaran en convulsiones, dando “motivos” a otros para creer que eran brujas —aunque también necesario considerar que esta hipótesis ha sido rebatida por distintos expertos—.
Además de Salem, existen otros dos momentos históricos de pánico y alucinaciones colectivas a causa del consumo de este hongo como el Gran Miedo, ocurrido entre julio y agosto de 1789, justo al inicio de la revolución francesa, en el que la población campesina comenzaron una serie de revueltas ante los rumores de que los aristócratas franceses pretendían arruinar las buenas cosechas que tenían: el rumor infundió un miedo generalizado a “los bandidos”, figura inexistente, pero a la que de cualquier forma se le temía y movía a los campesinos a organizarse para defenderse.
De tal forma, durante este periodo de pánico y miedo generalizado ocurrencias comunes eran vistas como otros sucesos, por ejemplo se consideró que algunos monjes eran bandidos, el polvo en el aire en realidad era un ejército… y más pronto de lo que algunos imaginaron, el miedo se convirtió en el catalizador de las revueltas y ataques a los nobles.
En años más recientes, específicamente en 1951 ocurrió el envenenamiento masivo en Pont-Saint-Esprit, una región francesa en la que hasta 250 personas cayeron enfermos de manera sospechosa.
Las investigaciones han apuntado a que las personas consumieron pan de la panadería Roch Briand, la cual utilizó harina contaminada con cornezuelo, aunque algunos otros creen que se trató de el uso de fungicidas en los granos o de agentes químicos para blanquear la harina, y en el plano de la conspiración, algunos creen que la CIA experimentó el uso del LSD en la población como parte del experimento MKNAOMI.
Si bien es poco probable que lo que esté ocurriendo en Coitá se trata de una intoxicación por este hongo, lo cierto es que sus pobladores se están enfrentando a un miedo exacerbado que tan sólo demuestra que además de los cuidados físicos que el Estado y las instituciones de salubridad pueden ofrecer en este contexto de la pandemia, también es necesaria la atención emocional.