La encuesta para renovar la dirigencia de Morena no generó a un ganador contundente pues no se trata de una elección donde se cuentan votos, sino de una muestra representativa que arroja porcentajes confirmó la Sala Superior del Tribunal Electoral.
La autoridad desestimó las impugnaciones de Porfirio Muñoz Ledo y Yeidckol Polevnsky, así como los supuestos agravios a sus derechos. Primero, consideraron infundados los argumentos de Muñoz Ledo quien advirtió que aplicar una tercera encuesta cuando obtuvo dos votos por encima de Delgado, “vulnera su derecho a ser votado y a ejercer el cargo para el cual fue elegido”.
El proyecto presentado por el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón señala que el mecanismo estadístico de encuesta abierta no puede asimilarse a un ejercicio de votación mayoritaria que implica contar los sufragios para determinar a un ganador.
Con estas características “no resulta posible trasladar a este ejercicio las normas constitucionales respecto al sufragio en elecciones ordinarias”, establece el proyecto del magistrado.
Si bien Polevnsky alegó que “los encuestadores no estaban familiarizados con la pronunciación de su nombre y esto causó incertidumbre sobre si contendía o no por el cargo”, el proyecto desestimó el planteamiento pues luego de revisar las grabaciones entregadas por las encuestadoras, se demostró que fue un hecho que tuvo lugar de manera aislada.
Con información de Milenio
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