Por casi un año, una adolescente de 13 años de edad vivió atemorizada con ser cercenada a machetazos por su padre quien la golpeaba, mientras ella aprovechaba los momentos en el que él salía a buscar alcohol para llorar y hablar con su madre Antonia Patishtán López, quien decidió pedir ayuda.
Ese mismo día, después de unas horas, el indígena tzotzil fue detenido por pederastia agravada.
“Yo no quiero que salga libre mi papá. Qué siga en la cárcel. Tengo miedo que me mate”, dijo la niña quien fue violada por su progenitor en dos ocasiones antes de entrar a la adolescencia, en la comunidad Rancho Narváez, en San Cristóbal de las Casas.
Durante todo ese tiempo la pequeña vivió con temor, porque si contaba lo sucedido, su padre, Salvador de 35 años de edad, las asesinaría a machetazos, a ella y a su madre”.
“Mi marido me golpeaba. Mi hija no decía nada, porque la tenía amenazada, porque si decía algo la mataría y a mí también”, dijo Antonia ante el temor que su esposo pueda salir libre y cumplir sus amenazas.
“Mejor nos vamos a ir porque ese hombre va a salir de la cárcel”.
El pasado 10 de marzo, Salvador fue detenido por elementos de la Policía Especializada y puesto a disposición de un Juez que ordenó su reclusión en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados número 5.
En tanto la menor y su madre son atendidas por daño psicológico y físico, sin embargo, aún falta atender el parto de la niña que dará a luz el próximo mes.
Te recomendamos: Un pleito de vecinos acaba en homicidio en la alcaldía Cuauhtémoc
Con foto e información de El Universal