Todas la niñas y niños tienen derecho a recibir una educación libre, gratuita y segura; que cuente con las condiciones óptimas para hacer esta actividad amena. Sin embargo, en México hay muchas escuelas rurales que carecen de las instalaciones básicas y dignas que merecen los estudiantes.
Problemáticas en la primaria
Tal fue el caso de Marichuy, una pequeña de 11 años que hizo la diferencia en este caso, pues ganó una demanda judicial para que su escuela primaria “José María Pino Suárez” ubicada en San Luis Potosí, cuente con baños en lugar de letrinas, bebederos con agua potable en lugar de agua amarillenta que tomaban sus compañeros y ella; también aulas decentes a cambio de ladrillos desgastados.
Ante esto, la juez Laura Coria Martínez le envío un escrito a la pequeña que cursa el quinto año de educación básica, dando cuenta del problema expuesto por Marichuy.
Primero, te comento que mi nombre es Laura Coria Martínez. Soy la Juez Octavo de Distrito en San Luis Potosí y te digo que escribo esta decisión en forma que te sea posible entender y luego puedas opinar si estás de acuerdo o no”, se lee en su presentación.
Resolución del caso
En la respuesta, la juez se compromete a verificar que la escuela y sus instalaciones no sean peligrosas para los estudiantes, encontrando que la escuela primaria rural no cuenta con un certificado de que el inmueble sea seguro, teniendo incumplimientos específicos como la falta de espacio designado para una biblioteca o computadoras, mucho menos acceso a internet.
Hago de tu conocimiento que de acuerdo a las leyes de México, todos los niños y niñas de este país, tienen derecho a recibir educación y que esa educación debe ser igual para todos, para lograr esto, la ley obliga a cada una de las autoridades del Estado a revisar salones, baños, patios y todos los lugares de la escuela para que puedas recibir educación de mejor manera, superarte y lograr todo lo que te propongas con ayuda de tus padres y maestros”, se aprecia en la resolución.
