¡No hay que bajar la guardia! En lo que va de 2025, 45 bebés han perdido la vida tras contagiarse de tos ferina en México.
La Secretaría de Salud Federal confirmó esta cifra a través de un reporte, detallando que las defunciones se distribuyen en 15 estados del país:
• Chihuahua
• Coahuila
• Nuevo León
• Tamaulipas
• San Luis Potosí
• CDMX
• Veracruz
• Chiapas
• Yucatán
• Campeche
• Puebla
• Estado de México
• Guanajuato
• Jalisco
• Aguascalientes

Aunque no se detalló cuántas muertes corresponden a cada estado, la dependencia también informó que hay 749 casos confirmados de tos ferina en todo el país.
En cuanto a los contagios, la Ciudad de México encabeza la lista con 79 menores infectados, seguida por Chihuahua con 77 y Aguascalientes con 33.
En Puebla, se reportan 7 casos confirmados hasta el pasado 18 de abril.
Además, hay al menos 2 mil 772 casos sospechosos en diferentes estados.
Puebla, con la letalidad más alta de Tos Ferina en México
Respecto al índice de letalidad, Puebla lidera con un 28.6%, lo que representa la tasa más alta en el país.
Le siguen Campeche con 20.0%, así como Jalisco y San Luis Potosí, con 16.7% respectivamente.
¿Qué es la Tos ferina?
También conocida como pertussis, la tos ferina es una enfermedad respiratoria altamente contagiosa causada por la bacteria Bordetella pertussis.
Afecta sobre todo a bebés, niños pequeños y personas no vacunadas, aunque cualquier persona puede contagiarse.
Su principal síntoma es una tos intensa que puede durar semanas y que ocurre en ataques violentos, a menudo seguidos de un silbido al inspirar, lo que le da el nombre de “tos convulsiva”.

El contagio ocurre por el aire, al inhalar gotas que expulsa una persona infectada al toser o estornudar.
En las primeras etapas, los síntomas se parecen a los de un resfriado común: congestión nasal, fiebre baja y tos leve.
Con el paso de los días, la tos se vuelve más grave. Puede provocar vómitos, fatiga extrema o incluso dificultad para respirar.
En bebés menores de seis meses, la enfermedad puede ser peligrosa. Son más propensos a desarrollar complicaciones graves como neumonía, convulsiones o apnea (pausas respiratorias).
Por ello, la vacunación temprana es fundamental.

Prevención y tratamiento
El tratamiento incluye antibióticos, sobre todo si se administran en las primeras etapas. También se manejan los síntomas.
Aun así, la recuperación puede tomar semanas o incluso meses.
La vacuna DTPa (Difteria, Tétanos y Tos Ferina Acelular) es la mejor forma de prevención. Está incluida en los esquemas infantiles de vacunación.
También se recomienda un refuerzo en adolescentes y adultos, especialmente en mujeres embarazadas, ya que protege al bebé durante sus primeros meses de vida.