
Tragedia en Veracruz: Caen cinco voladores de Papantla de 10 metros de altura (VIDEO)

Lo que comenzó como una celebración tradicional terminó en tragedia en la comunidad de El Aguililla, municipio de Tihuatlán, Veracruz. Caen cinco voladores de Papantla desde una altura de aproximadamente diez metros tras el colapso del mástil de madera durante la ejecución de su ritual.
El accidente, ocurrido en el marco de las festividades en honor al Sagrado Corazón de Jesús, fue presenciado por decenas de asistentes y quedó registrado en video por algunos de ellos.
En las imágenes se observa el momento exacto en que el poste se parte desde la base, provocando la caída estrepitosa de los danzantes que se encontraban suspendidos en el aire.
🔴 IMÁGENES SENSIBLES 🔴
— Luis Gabriel Velázquez (@soyluisgabriel1) June 27, 2025
Cinco Voladores de Papantla cayeron de más de 10 metros de altura durante la danza en Tihuatlán, #Veracruz. Están graves ⚠️ #México pic.twitter.com/3p6F2hpF6O
Testigos del siniestro se acercaron de inmediato para intentar auxiliar a los heridos, quienes aparentemente perdieron el conocimiento tras el impacto.
Equipos de emergencia, entre ellos elementos de Protección Civil municipal, Cruz Ámbar y Cruz Roja, acudieron al sitio para brindar los primeros auxilios y posteriormente trasladaron a los voladores al Hospital Regional de Poza Rica, donde permanecen bajo observación.
En respuesta al incidente, la unidad de Protección Civil de Tihuatlán anunció que se abrirá una investigación para determinar las causas que provocaron la fractura del mástil, pieza clave del ritual que forma parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Este no es un caso aislado. Apenas el pasado 22 de marzo, un volador resultó gravemente herido durante una ceremonia en Xochimilco, Ciudad de México.

Un ritual ancestral que enfrenta nuevos desafíos
La danza de los voladores de Papantla es una práctica ceremonial con más de siete siglos de antigüedad. Según la Secretaría de Cultura, su origen se remonta a épocas de gran sequía entre los pueblos totonacas, quienes recurrieron a este ritual para pedir lluvia a los dioses.
La tradición implica que cuatro participantes, amarrados con cuerdas, giren desde lo alto de un poste mientras descienden lentamente hacia el suelo, mientras un quinto permanece en la cima ejecutando música tradicional.

