Fiscalía de Puebla catea casa a ciudadano y ahora teme que se la quiten
Fiscalía de Puebla catea casa a Guillermo Campos Flores, un ciudadano que teme que lo despojen de su vivienda. En entrevista con ALMANAQUE, relata las irregularidades en el proceso y su temor de perder el patrimonio heredado de su padre.
Los hechos ocurrieron el pasado 1 de febrero, cuando la Fiscalía General del Estado en conjunto con la Marina y el Ejército, catearon 30 bares en la Avenida Juárez y la zona de Ciudad Universitaria de la BUAP.
Campos señala que, fueron dos denuncias las que propiciaron que su casa fuera clausurada, pero existen inconsistencias en las denuncias, además, la Fiscalía carece de pruebas que sustenten el aseguramiento de la vivienda.
«Entraron agentes de la Fiscalía y marina a realizar una orden cateo porque se les había reportado por medio de tres denunciantes que mi casas era un bar clandestino dónde vendía estupefacientes, específicamente cocaína»
Fiscalía de Puebla catea casa a Guillermo Campos, ¿por qué?
El cateo que efectuaron agentes de la FGE fue en la casa ubicada en la 9 Sur 1512 de la colonia Insurgentes Chulavista. Memo fue sorprendido cuando tocaron a su puerta y le presentaron la orden, presuntamente por narcomenudeo.
Cuando irrumpieron le ordenaron apagar su celular y le desconectaron el internet, para incomunicarlo.
«A punta de metralleta me pidieron que no hiciera movimientos en falso, desconectaron mi internet, el cableado de mis cámaras de seguridad y me dijeron que me quedará sentado en mi comedor»
Durante la inspección, un agente declaró haber encontrado «sustancias», pero nunca especificó de qué tipo ni se las mostró. Posteriormente, le indicaron que su casa había sido denunciada como un bar clandestino donde se vendía droga, particularmente cocaína.
«Primero entraron con una actitud prepotente y al poco rato de ver que no había nada de lo que menciona la orden de cateo, empiezan a cambiar su actitud, uno poco decepcionada»
Sin darle oportunidad de defenderse, los agentes lo obligaron a salir con solo unas pocas pertenencias. Le aseguraron que podría recuperar su inmueble presentando su identificación oficial y la orden de cateo en 24 horas. Sin embargo, han pasado más de 20 días y sigue sin acceso a su hogar.
Las inconsistencias del caso
La denuncia que originó el cateo provino de una persona que aseguró haber visitado el lugar el pasado 22 de enero y que fue presionada para comprar droga. Además, un sujeto se le acercó y le mostró un arma que guardaba en la cintura, así que decidió retirarse.
Los agentes de la Fiscalía de Puebla iniciaron una investigación de manera inmediata, el 28 de enero, dos agentes ya vigilaban el inmueble. Sin embargo, los informes de los agentes muestran contradicciones, pues un locatario cercano descartó que fuera un bar clandestino.
Otra irregularidad fue la de supuestos testigos que afirmaron que el lugar operaba de 20:00 a 4:00 horas, pero nunca entraron.
Un alumno del Centro de Estudios Universitarios «Rudolph Diesel» aseguró que se promovía en su escuela, pero dejó de acudir tras un intento de venta de droga el 9 de enero.
En el informe, se asegura que agentes vieron personas entrar y salir, pero no pudieron documentarlo con fotografías.
Según la orden de cateo, se señala que la madrugada del 29 de enero, una pareja salió del inmueble y fue entrevistada. Uno de ellos afirma haber tenido un disgusto luego de que intentarán venderle droga, acción a la que se negó y supuestamente una persona que cuidaba la entrada, aparentemente armada, lo disuadió para irse.
Por lo anterior, decidió presentar una denuncia y en la madrugada del 1 de febrero, se efectuó el mega operativo en bares de la Avenida Juárez y zonas circundantes.
Sin embargo, al afectado le han generado dudas sobre la validez de la denuncia y el objetivo real del cateo.
«Uno de los denunciantes declara que trabaja en una cafetería que tiene por dirección a unas calles aledañas, pero esta mal porque la dirección que él brindo pertenece a una casa habitación»
Una lucha con Fiscalía de Puebla para recuperar su vivienda
Guillermo Campos ha revisado la denuncia y encontrado inconsistencias en los datos de los denunciantes, incluyendo domicilios inexistentes. Mientras tanto, ha gastado más de 15 mil pesos en gastos derivados de su situación.
Al acudir ante las autoridades para reclamar su casa, agentes ministeriales le exigieron documentos como la boleta predial, la escritura del predio y la sucesión testamentaria, los cuales se encuentran dentro de la vivienda. A pesar de no haber una imputación formal en su contra, el proceso de devolución del inmueble ha sido retrasado sin explicaciones claras.
«En menos de una hora se me retiro de mi inmueble, se confisco, esta tardando casi un mes. no encontraron ni los meseros, ni los cadeneros, ni las mesas, ni siquiera tengo cascos de cerveza, todo es mentira, yo no tengo un bar clandestino, yo no vendo sustancias y aún así procedió una denuncia falsa»
#EnVideo 🤳 La @FiscaliaPuebla cateó la casa de Guillermo Campos Flores, un ciudadano que teme que lo despojen de su vivienda.
— Almanaque | #Puebla (@AlmanaquePuebla) February 24, 2025
En entrevista, nos relató las irregularidades en el proceso y su temor de perder el patrimonio heredado de su padre. pic.twitter.com/J6YxmwA9Xv
Nadie le ha incumplido
Ante la incertidumbre, Guillermo ha solicitado la intervención de la fiscal Idamis Pastor Betancourt, pues teme que su caso sea un intento de despojo ilegal. Según el asesoramiento que ha recibido, las irregularidades podrían indicar un intento de expropiación arbitraria.
Un caso similar ocurrió con unos hermanos quienes vivieron tres años en su Chevy, pues la Fiscalía aseguró su vivienda en la junta auxiliar Ignacio Zaragoza, supuestamente porque el inmueble formó parte de una investigación de un delito.
