Jacqueline Steffanoni / @jacquelinesteff
El mecánico Eloy Tehuitzil logró encontrar en las latas de refresco vacías un arte, pues su ingenio lo llevó a fabricar camioncitos de aluminio.
Eloy narró que hace 20 años se encontraba en una fiesta y al regresar a casa, vio un bonche de latas arrumbadas, por lo que decidió llevarlas a su casa para después venderlas.
En el trayecto, tropezó y las latas cayeron, y al levantarlas, vio un camión al fondo, lo que provocó que la idea de reutilizar las latas para hacer camioncitos se metiera a su mente.
El proceso para armar el primer camión, el cual es una réplica de los camiones ingleses, fue de dos meses, pues realizó la plantilla, cortó la lata, hizo los asientos y los forró.
Actualmente, Eloy tarda alrededor de 30 días en armar un ejemplar, y para cada uno necesita seis latas, empaques de comida y alambre para hacer los pedales y volante.
«En 20 años ya he logrado hacer 200 autobusitos, me han hablado de otros países que los quieren comprar pero no los quiero vender, primero quiero hacer una colección»
Durante los 20 años que lleva armando esta colección, lleva un total de 200 autobuses, por lo que en un futuro espera crear un museo para exhibirlos.
Este pasatiempo ha cruzado fronteras, pues ha recibido ofertas para adquirir sus camiones en países como Cuba, Chile, Perú, Honduras e incluso del otro lado del mundo como en España.