No importa el color del pelaje, la edad o si tienen alguna discapacidad, en el Refugio de Monty todos los perros reciben amor por igual.
Desde hace más de 25 años, José Antonio Llarena ha rescatado a centenares de lomitos en situación de calle que han sido testigos de la crueldad del humano.
Antonio Llarena contó para ALMANAQUE que varios de los perros que viven en el refugio fueron maltratados o abandonados a su surte.
Un ejemplo es el de los hermanos «frijoles» una camada de perros de pelaje oscuro que fueron abandonados en un vertedero cuando apenas eran unos cachorros. También está la historia de Gaita que fue golpeada en la médula espinal provocándole parálisis.
José comentó que es muy recurrente la llegada de perros con alguna lesión, sin embargo, él les brinda todos los tratamientos para su recuperación.
Pero este trabajo no es de una sola persona, ya que también hay voluntarios que dedican su tiempo y cariño para brindarles las mejores condiciones de vida.
Los gastos de manutención llegan a ser altos ya que diariamente se consumen 50 kilos de croquetas entre los 142 perros del refugio. Es por eso que las donaciones tanto en especie como monetarias son de gran ayuda para seguir con este proyecto altruista.
José Llarena explicó que aquellos que quieran adoptar y darle una segunda vida a los perros de Monty es necesario comprobar el lugar en el que habitará el cachorro o de ser necesario te aconseja que tu acompañante se adapte a tu estilo de vida.
En caso contrario, que no desees adoptar, puedes ser voluntario para bañar, alimentar y cuidar dentro de las instalaciones del refugio de los perritos que buscan dar y recibir amor.
En Puebla es recurrente ver perros en las calles, ya sea por abandono o porque muchos nacieron sin un hogar, es por ellos que espacios como Monty sigan teniendo el apoyo de la ciudadanía.
El Refugio de Monty lo encuentras en la calle 5 Poniente número 529 en la comunidad de Chipilo.
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Fotos: Oscar Rodríguez