Después de la final vivida en Puebla el jueves pasado donde el América en la ida derrotó por dos goles a uno a Rayados, queda claro que para que los poblanos podamos aspirar a que en el Cuauhtémoc se juegue un partido de final con la franja como protagonista es más un acto de fe que una realidad o una posibilidad.
El equipo de Guede continúa con su preparación con miras al inicio del torneo con prácticamente la misma base de jugadores que participaron los últimos torneos. Al momento no se ha anunciado la incorporación de ningún refuerzo y solo sabemos de las bajas anunciadas fechas atrás.
¿Se pensará al interior de la directiva que el plantel es suficientemente apto para competir y que solo era cuestión de que los jugadores se acomoden con el nuevo DT para rendir?
¿O simplemente jugarán con lo que tienen disponible debido a los contratos que les dejaron firmados a mediano y largo plazo por lo que les será imposible invertir en refuerzos hasta que estos contratos vigentes se venzan?
Quizás también se va a buscar resolver el asunto con otro acto de fe.
Ojalá Pablo Guede encuentre el funcionamiento adecuado y pueda lograr que los jugadores se comprometan con su proyecto deportivo para que la franja pueda al menos competir dignamente durante el próximo torneo.
FECHORIAS INTERMINABLES
Los que no paran en su carrera delictiva son Ro(b)a y lo que queda de los 40 ladrones, incluidos los que manejan el Estadio Cuauhtémoc, un estadio secuestrado por estos ‘pillastres’ que sin miramientos pasan por encima de lo que sea con tal de generar dinero mal habido.
Desde las cantinas que pusieron afuera del Cuauhtémoc el jueves pasado donde, en sociedad con los de las cervezas, empezaron a embrutecer a los aficionados tanto de Rayados como de Americanistas desde las 4:30 pm para que ingresaran al estadio ya en estado inconveniente, lo que derivó en la bronca que terminó por ser el detonante de la manera en que arrancaron las butacas de la tribuna, escenas que terminaron por ser difundimos en televisión nacional.
Al ser cuestionado, Ro(b)a solo se limitó a decir con una sonrisa de oreja a oreja: “no pasa nada, total, se las cobramos a esos ‘pendejos’ de Monterrey”.
No conforme con esto el ‘caquito’ Ro(b)a se dedicó a ubicar palcos con poco uso tal y como lo he venido denunciando desde hace mucho tiempo, esto con la finalidad de venderlos mediante boletos ‘apócrifos’ como lo documentó el periódico Grada en su edición del viernes pasado, donde un palco habiente denunció que llegó a su palco y el mismo había sido vendido a un grupo de aficionados que se encontraban instalados en su propiedad y que habían adquirido los 10 lugares en un precio superior a los 100 mil pesos.
Situaciones como estas son recurrentes en el Estadio Cuauhtémoc y muchos propietarios han sido perjudicados por esta mafia que ya ‘apesta’ en Puebla.
Según me platican, los palcos que estos ‘pillos’ tienen detectados, los rentaron de entre 80 mil y hasta 120 mil pesos para la final.
Que lástima da ver en lo que han convertido el Coloso de la Colonia Maravillas, desde burdel, centro de fiestas y ventas apócrifas.
Dirían por ahí, tenemos lo que nos merecemos.
AMÉRICA A UN PASO
Ya que tocamos el tema, me dicen que es prácticamente un hecho que las águilas disputen a partir del mes de enero sus partidos como local en el Cuauhtémoc, esto gracias a las gestiones y buena relación del Gobernador Alejandro Armenta y la gente de televisa.
Entre los corridillos políticos se escuchó que después de los amagos por llevarse al Puebla, lo cual era solamente un acto de extorsión, alguien en lo más alto del poder en Puebla dijo:
“¿Se quieren llevar al Puebla?, ok, les traigo al América” pumm.
El que entendió, entendió.
Es cuánto.
Nosotros como siempre seguiremos en línea.
Hasta la próxima.
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