Alumnas de la Escuela de Manejo Latino Americana en Puebla denunciaron al instructor Roberto N quien las acosó sexualmente mientras tomaban clases con él.
A través de redes sociales, las alumnas Ingrid y Daniela narraron sus testimonios pues en la Fiscalía General del Estado no tomó tanta validez a sus denuncias por falta de pruebas, pues además, el sujeto es familiar de los directivos de la escuela y puede manipular los audios y videos de las clases para negar todo.
En su cuenta de Facebook, Daniela narró que el sujeto eligió un lugar retirado en el que no había señal de telefonía para comenzar a decirle palabras obscenas entre dientes y bajo el cubrebocas, para que el audio no fuera captado por el micrófono del auto.
Daniela e Ingrid decidieron publicar su experiencia para que las jóvenes eviten tomar clases en dicha institución.
Aquí la denuncia completa publicada en sus redes sociales:
MUJERES DE PUEBLA esta semana estuve tomando clases de manejo con el instructor Roberto N de la escuela de Manejo Latino Americana , hoy fue mi última clase y al tener conocimiento de esto, este señor que se hace llamar profesional en el trayecto de la clase comenzó a decirme palabras obscenas entre dientes como “que rica estas” “que ricas piernas” «Que rica p3rra», entre otras que no alcanzaba a escuchar bien por la forma en la que las decía (entre dientes), mientras me estacionaba en reversa comenzó a mirarme lascivamente el busto y me dijo “que ricas ch1ch1s tienes” e intento rozarme con la mano el pecho, en ese momento me paralice y confirme que no estaba escuchando mal todo lo que dijo anteriormente, me congelé y me entró un miedo horrible.
No es la primera vez que me siento vulnerable siendo mujer, no es la primera vez que me siento asqueada, pero ha sido la que más me ha impactado porque me sentí en peligro total por la forma en la que me estaba mirando, el lugar en dónde estábamos, no tenía datos móviles en el celular ya que se acabaron justo hoy, estaba lejos de mi casa, el cinturón de seguridad me pareció lo más inseguro en ese momento y tristemente solo me congelé, no pude hacer otra cosa más que continuar manejando fingiendo que nada paso para llegar a un lugar más seguro y poder bajarme e irme.
Tenía miedo de que si le decía algo, si reaccionaba a sus palabras, él me atacará, me golpeara o cualquier otra cosa, cualquiera podrá decirme que debí bajarme en ese momento, golpearlo o gritar, pero realmente tenía tanto miedo, la calle estaba totalmente vacía, solo quería llegar a un lugar seguro donde no pudiera hacerme nada e irme y justo fue lo que hice, de camino a mi trabajo estaba aterrada, solo quería hablar con mi mejor amiga, que alguien de confianza me abrazara, estaba temblando, no quería hacer nada en contra del sujeto porque tenía miedo de que los demás (el ministerio público, mis amigos, mi familia, la escuela) pensaran que estoy exagerando o que miento.
Le conté a mi familia y llamaron a la escuela, como lo pensé el sujeto dice que miento porque él tiene cámara y micrófono en el auto, evidentemente las cosas las decía en voz baja, teníamos cubre bocas y se siente tan seguro de que nadie va a creerme porque aparentemente es familiar del dueño de la escuela, pero esto lo hago para que ninguna otra mujer vuelva a estar en peligro en manos de este asqueroso sujeto, porque no soy la primera y si no hacemos nada, no seré la última.
Espero que en verdad ese tipo no vuelva a darle clases a ninguna otra mujer, que todas las mujeres poblanas se enteren para que ninguna vuelva a ser puesta en peligro por esta escuela en manos de ese sujeto, porque ya tiene denuncias previas en su contra de otras mujeres a las que no solo acoso verbalmente, sino que además las tocó y pudo ser peor.
Sé que si guardo silencio después otra chica podría caer en manos de este sujeto e incluso el escenario podría ser aún peor de lo que hasta ahora nos ha tocado vivir a nosotras, por último, a todas aquellas a las que ha lastimado, tengan por seguro que haré lo que sea necesario para ayudar en lo que pueda.
No pude parar de llorar por un largo rato, deseo que ninguna mujer se sienta de esta forma y que este testimonio pueda ayudar a que ni una más sea víctima de este asqueroso.
Gracias a las personas que me ayudaron a sobrellevar este mal rato, que me motivaron a poner mi denuncia (aunque la fiscalía consideró que no es un delito sino más bien una falta administrativa) Gracias a Ingrid por no quedarse callada, porque gracias a su testimonio tuve el valor de dar a conocer el mío, esto solo lo escribo para prevenir a cualquier persona que tome clases en esa escuela de manejo y no pasen por lo mismo que yo.
Adjunto imágenes de los testimonios que le hicieron llegar a Ingrid y del suyo«
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