CRÓNICA: El drama que se vive todos los días en el Hospital de Cholula por el COVID

Jacqueline Steffanoni / @jacquelinesteffUna nueva jornada laboral da inicio en el Hospital General de Cholula. Son las 10:30 de la mañana y decenas de personas se acercan al módulo de detección de COVID-19 para realizarse una prueba rápida de sangre pues buscan confirmar o descartar ser portadores del virus. La mayoría no presenta síntomas.Todo el personal médico porta su traje especial que los cubre de pies a cabeza, así como una careta, cubrebocas y guantes para evitar algún tipo de contagio entre ellos y puedan seguir desempeñando su labor.
Algunas de las personas que están formadas para la prueba se muestran tranquilas, otras tantas expresan inquietud, angustia y temor en sus rostros, lo cual se puede notar a pesar de que el cubrebocas tapa gran parte de su rostro.
Un poblano en estado grave llegó en ambulancia
La mañana avanza. El reloj marca las 10:50 y una ambulancia entra a la zona de urgencias del nosocomio con un paciente grave.Las enfermeras corren a hablar con los paramédicos para analizar en qué área van a brindarle atención a un adulto de aproximadamente 35 años que acaba de llegar.
Un enfermo llega por su cuenta
Todo sigue su curso con una extraña normalidad, hasta que dan la 1:05 de la tarde, un auto se estaciona a un costado del hospital y desciende un hombre que apenas y puede caminar, pero denota los síntomas del coronavirus.Personal médico le realiza la prueba rápida en una carpa que se encuentra en el estacionamiento. Minutos después se confirma que el señor de aproximadamente 60 años de edad es portador de este virus, por lo que lo trasladan al interior del hospital a bordo de una silla de ruedas y un respirador.
Paciente muere minutos después de ser hospitalizado
No ha pasado ni media hora del ingreso del paciente que llegó en su vehículo cuando una ambulancia entra al hospital. De nueva cuenta las enfermeras comprueban la gravedad del paciente al intercambiar palabras con los paramédicos.Es la 1:30 de la tarde, los paramédicos esperan con insistencia a las enfermeras que acaban de ingresar al hospital para saber en donde van a colocar al nuevo paciente.
La incertidumbre de los familiares
Decenas de personas con rostros de preocupación esperan información de sus familiares afuera del hospital. Están resguardados en las carpas instaladas por la administración del hospital para protegerse del sol.Otros tantos que se muestran más inquietos y desesperados, se cruzan a los arboles del camellón de enfrente para intentar alejarse un poco del resto de la gente.A las 2:30, todos se acercan a la caseta de vigilancia del hospital debido a que un médico se encuentra parado preguntando por el familiar de un paciente para brindarle información.Una mujer alza la mano entre la multitud y dice que es su ser querido, por lo que ingresa a las instalaciones y sigue al médico.Los rostros de las demás personas que esperan se llenan de enojo y tristeza debido a que ellos no han recibido ningún tipo de información de sus pacientes, por lo que no saben el estado en el que se encuentran.Pese a ello, la calma invade un poco a estas personas, ya que no han sido llamadas para recibir alguna mala noticia.Sanitizadores desinfectan ambulancias y entrada del hospital
Después de que los paramédicos bajan a los pacientes con COVID-19, los trabajadores de la salud tienen que ser desinfectados para evitar que el virus se quede adherido a su cuerpo.Así que con un sanitizador, se rocía desinfectante sobre toda la ambulancia y todo el cuerpo de los paramédicos.También, con frecuencia rocían la puerta del hospital, así como sillas, rejas y todo aquel espacio que pueda ser tocado por cualquier persona.]]>

