Esteban López / @Estevanz | Fotos: Oscar Macuil
Crónica
Eduardo Rivera gana la alcaldía de Puebla por segunda vez, pero en esta ocasión lo logra sin la sombra de Rafael Moreno Valle y sin Andrés Manuel López Obrador en la boleta.
Las encuestas de salida revelan que el panista va arriba de Claudia por más de 10 puntos. Su equipo de campaña convoca a conferencia de prensa a las 20 horas. El panista llega caminando al hotel Courtyard Marriot, de la mano de Liliana, su esposa.
Ahí ya lo esperan yunquistas, priistas, perredistas y hasta morenovallistas, los mismos que lo persiguieron y ahora le levantan la mano.
Todos se atribuyen el triunfo, “Lalo presidente”, corean. Ahí también estaba la plana mayor del PRI, Néstor Camarillo, Blanca Alcalá, Isabel Merlo, Jorge Estefan Chidiac, “el PRI fue el que más lo apoyó”, bromea.
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Un segundo festejo se lleva a cabo en el Paseo Bravo, Lalo sube a un templete con algunos integrantes de su planilla de regidores, de Ana Teresa Aranda y Mario Riestra, próximos diputados federales.
La aplastante victoria ya es irreversible. En el búnker de Claudia Rivera hay caras largas, en la Avenida Juárez es festejo. Lalo Rivera es el hombre del momento.
Los panistas agradecen a Dios, los priistas a sus estructuras o lo poco que queda de ellas, Del PRD apenas se ven unas cuantas banderas, de los partidos PSI y Compromiso por Puebla, nada.
A Eduardo Rivera solo le queda esperar el cómputo final del IEE para saber cuál es el resultado oficial.
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El hombre que en 2011 ganó la alcaldía gracias a la ola morenovallista, perdió contra la marea guinda en 2018 y este año, ganó la revancha a Claudia Rivera.
Algunos celebran con fervor, otros no pueden creer que los ciudadanos dijeron no a la reelección de la alcaldesa con licencia.
Marichi y banda llegan al Paseo Bravo. Se escuchas hasta el cansancio “El rey” de José Alfredo Jiménez. “Lalo es el rey”, gritan.
Esta noche Eduardo Rivera dormirá “tranquilo y muy emocionado” como declaró a los medios de comunicación antes de votar.
El 6 de junio Lalo Rivera hizo historia y se prepara para su regreso triunfal a la alcaldía. Está listo para corregir el rumbo de Puebla.
