En un hecho sin precedentes, la policía estatal tomó la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) para hacer valer una orden judicial a través de la cual se ordenó que el nuevo patronato asuma y recupere los bienes de la institución, con lo cual se deja fuera a la Fundación Mary Street Jenkins, así como al rector Luis Ernesto Derbez Bautista.
La toma de las instalaciones de la UDLAP surge a partir del que ha sido denominado el mayor fraude filantrópico en la historia de México, pues actualmente once integrantes de la familia Jenkis de Landa se encuentran prófugos en Estados Unidos.
Tras los hechos registrados durante la mañana del 29 de junio, Luis Ernesto Derbez ofreció una conferencia de prensa en la que condenó la acción de la policía estatal, reveló que congelaron las cuentas de la universidad y, además aseguró que un juez federal le otorgó a la fundación una suspensión provisional para frenar el nombramiento de los patronos.
La Universidad de las Américas Puebla, acerca de los acontecimientos de este día en su campus, informa: pic.twitter.com/LXYxyApCSI
— UDLAP (@udlap) June 30, 2021
A continuación, ALMANAQUE presenta el paso a paso para entender qué hay detrás del desfalco a la Fundación Mary Street Jenkis y por qué llegó la fuerza pública a la institución.
La relación de la UDLAP y la fundación
La Fundación MSJ es la encargada de administrar algunos bienes de la universidad a través de la Consultoría en Administración de Centros Deportivos y Comerciales, de la que eran socios, Luis Ernesto Derbez Bautista, Alejandro González Muñoz y Virgilio Rincón Salas.
Sin embargo, algunos de los bienes fueron donados a otra fundación, es por eso que el patronato de la Fundación Universidad de las Américas decidió asumir el control del patrimonio de la universidad.
Además de la UDLAP, la fundación también aportó financieramente al Museo Amparo, el Colegio Americano, Club Alpha, el Instituto Nacional de Cardiología, además de equipar la Sala Puebla de los Ángeles del Museo Internacional del Barroco (MIB) proyecto morenovallista.
¿Por qué fueron tomadas las instalaciones de la UDLAP?
El pasado 24 de mayo, el Patronato de la Fundación Universidad de las Américas sesionó para excluir a la familia Jenkis pues tienen órdenes de aprehensión en su contra, además de la falta de transparencia en el uso de los recursos de la institución.
En consecuencia, la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado nombró a cinco miembros provisionales del patronato de la Fundación Universidad de las Américas y Mary Street Jenkis, pues la ley se lo faculta.
Como presidente fue designado Horacio Magaña Martínez y Adalberto Ramos como secretario quienes de inmediato ordenaron una auditoria a la universidad, sin embargo, Luis Ernesto Derbez lo impidió.
Ante la negativa del rector, la Fundación Universidad de las Américas optó por la vía judicial, por lo que el pasado 28 de junio, el juez Segundo Civil del distrito judicial de Cholula, Cuauhtémoc Blázquez Guevara ordenó el desalojo de las instalaciones de la UDLAP para que el nuevo patronato asumiera el control de la institución.
LEER: Juez ordenó toma de la UDLAP para que asumiera el control el nuevo patronato
El saqueo de 14 mil millones de pesos de la familia Jenkis a la fundación
La fortuna de la Fundación Jenkins está valuada en 720 millones de dólares, aproximadamente 14 mil millones de pesos, los cuales fueron saqueados por integrantes de su familia a través de abogados, también prófugos de la justica.
La historia del fraude comenzó en junio de 2013 cuando los hermanos Jenkins de Landa decidieron sacar a Guillermo, su hermano mayor, quien se oponía al uso del dinero para uso personal.
Un año después, la Fundación donó 720 millones de pesos a la Fundación Bienestar de Filantropía, la cual sacó el dinero de México y se la llevó a Barbados. En ese entonces el presidente de la fundación era Guillermo Jenkis Anstead, quien incluyó a su esposa Sofía de Landa, además de sus hijos Juan Guillermo Eustace, Roberto, María Elodia, Margarita y Juan Carlos Jenkins de Landa, así como Manuel Mestre Martínez.
En noviembre de 2015, Alejandro González Muñoz, jurídico de la fundación, contrató a los abogados Virgilio Rincón Salas y Carlos Román Hernández quienes firmaron como apoderados legales para donar el patrimonio de MSJ a la Fundación Bienestar para la Filantropía.
Bienestar para la Filantropía tenía su domicilio en el estado de Aguascalientes, pero en diciembre de 2016 cambió su domicilio a Bridgetown, Barbados y un año después se mudó a Panamá.
Prófugos de la justicia
A partir de las anomalías que cometieron los integrantes de la familia, Guillermo Jenkins de Landa denunció a sus hermanos, sobrino, a su madre y a sus abogados, por modificar los estatutos de la Fundación MSJ y poder hacer uso de ellos.
Guillermo presentó la denuncia por lavado de dinero en 2014. Acudió a la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla por la exorbitante cantidad de dinero que fue sacada del país.
En 2018, la familia Jenkins logró dejar sin efecto las denuncias en su contra, sin embargo, en marzo pasado un juez federal giró órdenes de aprehensión contra los Jenkins Landa.
Guillermo Jenkins de Landa declaró a medios nacionales que su madre y hermanos se encuentran en Los Ángeles para evitar la justicia mexicana e insistió que busca recuperar el patrimonio que su abuelo, William O. Jenkins heredó a la Fundación MSJ.
El 4 de junio pasado, un juez de Control de Puebla emitió otra orden de aprensión contra los Jenkins por una denuncia interpuesta por el gobierno estatal por fraude.
Integrantes de la familia Jenkins de Landa con el ex embajador de EUA en México, Christopher Landau.
La historia de la Fundación Mary Street Jenkins
William O. Jenkins nació en Tennessee en 1878. En 1905 se mudó a Puebla con su esposa Mary Street Jenkins. En el estado fundó una empresa textil con la que inició su fortuna.
El empresario estadounidense llegó a ser dueño del 80% de las salas de cine a través de la compañía Operadora de Teatros SA de CV. Su incursión en la industria cinematográfica le permitió duplicar su fortuna.
Tras la muerte de su esposa en 1954, decidió crear la Fundación Mary Street Jenkins en su honor, la cual tuvo la finalidad de ejecutar obras de caridad en beneficio de los poblanos.
Jenkins determinó en su testamento que toda su fortuna sería heredada a la fundación y a ningún integrante de su familia.