Un mensaje falso de WhatsApp detonó la histeria entre los pobladores de la comunidad de Papatlazolco, Huauchinango, quienes acusaron a Daniel Picazo de ser un robachicos y lo asesinaron a golpes.
Daniel de 31 años, fue sepultado la tarde del 13 de junio en el panteón de San Nicolás Tolentino en la delegación de Iztapalapa de la Ciudad de México.
Fue en días previos al acontecimiento, que empezó a circular en redes sociales un mensaje a través de grupos de WhatsApp en el que solicitaban a las personas tener cuidado cuando fueran por sus hijos a la escuela.
«Buenas noches, te han cuidado con los niños hoy se robaron 3 niños Y judiciales y municipales de Tlaola andan de arriba y para abajo tomen precauciones por favor parece que los niños son de la Gallera o Cuamila», cita el mensaje.
Esto puso en alerta a los vecinos, quienes desconocieron a Daniel, a pesar de contar con una vivienda en la misma localidad dónde fue asesinado.
Linchan a Daniel y lo queman
Durante la tarde del pasado 10 de junio, sujetos de la comunidad de Papatlazolco, acusaron a Daniel Picazo de intentar sustraer a una niña, por lo que comenzaron la revuelta en su contra.
Un acompañante de Daniel, logró escapar de la turba enardecida, mientras que el joven trabajador de la Cámara de Diputados fue golpeado y amarrado a un poste hasta quedar inconsciente, para después ser quemado, aparentemente aún con vida.
Más de 200 personas se juntaron alrededor del cuerpo de Daniel, hasta que las autoridades lo apagaron, sin que hubiera ninguna persona detenida; y todo por un mensaje falso de WhatsApp.
El cuerpo de Daniel fue trasladado a Iztapalapa, dónde con mariachi fue despedido por familiares y amigos, quienes claman por justicia.
«No me han dicho nada, no nos tienen ninguna respuesta, no sabemos la realidad de lo que pasó, si hay un detenido y en qué van. Yo lo que quiero es justicia para mi hijo, no es justo que él siendo una persona estudiosa, responsable, trabajador haya terminado de esta manera (…) Quiero justicia, tenemos una casa muy grande para vacacionar y mi hijo se iba para allá cada dos o tres meses o un fin de semana a descansar, todo mundo lo conocía ahí en el pueblo queremos que detengan a los culpables», exigió Angélica González madre de Daniel.
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