Osvaldo Macuil / @OsvaldoMacuil FOTOS: Jacqueline Steffanoni / @jacquelinesteff Una de las historias más tristes del terremoto del 19 de septiembre de 2017 se vivió en Atzala, en donde la iglesia se derrumbó y sepultó a 12 personas, entre ellas una bebe, quienes celebraban un bautizo. Aquella tarde, la iglesia no resistió el movimiento telúrico y se desmoronó. Las piedras mataron instantáneamente a los feligreses. El sacerdote y su sacristán se salvaron de milagro, al pegarse a una de las paredes del templo. https://twitter.com/OsvaldoMacuil/status/910321846884675584?s=20El ruido cimbró en este municipio de la Mixteca Poblano, y los vecinos corrieron a sacar de los escombros a sus vecinos. Las autoridades tardaron más de 10 horas en llegar a la comunidad. Ellos se organizaron en brigadas, y poco a poco sacaron las piedras y rescataron los cuerpos. https://twitter.com/OsvaldoMacuil/status/910322975911669760?s=20En el atrio de la iglesia colocaron a sus muertos y los cubrieron con sábanas blancas, que de inmediato se impregnaron de sangre. Hoy se cumplen tres años de esa tragedia. Los familiares de las víctimas prefieren no hablar del tema.
“Perdí a toda mi familia. Es doloroso, ya no quiero hablar”, aseguró uno de ellos.



