Vaya sorpresa se llevaron los trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Durante las obras de remodelación de la milenaria Pirámide de Cholula, se hallaron diversas piezas arqueológicas.
Dichos descubrimientos se realizaron en la Escalinata del Pocito, ubicada al costado oriente de la pirámide.
El primer hallazgo fue un núcleo de adobe que correspondería al relleno de la quinta etapa del basamento, fechada hacia finales del periodo Clásico, es decir, que data entre los años 100 y 600 después de Cristo.
El segundo descubrimiento fue el de la preforma de una escultura cilíndrica en piedra blanca, de unos 30 centímetros de altura, y que representa al dios de la lluvia Tláloc.
Los fragmentos de los braseros y la escultura ya están bajo el resguardo de un laboratorio temporal.
De acuerdo con la coordinadora de los trabajos de rehabilitación, Catalina Castilla Morales, y la arqueóloga designada por el INAH para la supervisión, Mariana Toledo Mendieta, este núcleo es evidencia del proceso constructivo usado por los antiguos cholultecas para expandir su monumento.
“A pesar de que ya no tenemos la fachada ni el enlucido de la sexta etapa de la pirámide, estos núcleos insinúan la forma que el edificio habría tenido”, explicó Toledo Mendieta.
