El único delito de Esmeralda Gallardo fue «amar y buscar» a su hija Betzabé en cada rincón del estado, así fue como el Colectivo Voz de los Desaparecidos inició el homenaje a su compañera, quien fue asesinada el pasado 4 de octubre en Villa Frontera.
Con flores, velas y una fotografía de Esmeralda con su hija, colocaron un altar para despedir a la mujer que desde enero de 2021 nunca dejó de buscar a Betzabé.
Integrantes del colectivo, recordaron a Esmeralda como una mujer que a pesar de las dificultades siempre tenía una sonrisa que motivaba al resto para seguir en busca de sus desaparecidos.
Narraron que con frecuencia contaba las travesuras que Betza —como ella la llamaba— le hacía desde pequeña y cómo a pesar de ya ser adulta, siempre iba a ser su niña.
A todas las reuniones del colectivo, Esmeralda llevaba a Azul, la perrita de su hija, pues era de lo más preciado que le había dejado antes de desaparecer.
«Alguien apagó sus ojos, pero nadie va a apagar su lucha«, fue el mensaje que le dedicaron sus compañeros, pues siempre peleó para que los familiares de personas desaparecidas fueran tomadas en cuenta.
Mencionaron que ella era parte de la familia, que los unía algo más fuerte que lazos de sangre; las ganas de encontrar y exigir justicia por todas las personas desaparecidas.
Frente a su imagen, prometieron seguir luchando para encontrar a Betza con vida y que las autoridades hagan justicia por su feminicidio.
El gobierno de Puebla apoyará económicamente a los familiares de Esmeralda Gallardo, quien fue asesinada en Villa Frontera el pasado 4 de octubre.
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Foto: Gran Angular Agencia / @AngualrAgencia