La fiesta grande regresó al Cerro de San Miguel, en dónde más de 600 danzantes llenaron de magia el lugar y deleitaron a miles de turistas con el Huey Atlixcáyotl.
Por más de cuatro horas, los bailes típicos de municipios del Valle de Atlixco, la Mixteca y la Huasteca Poblana llenaron de alegría cada espacio del lugar y más de un asistente se paró a danzar.
Uno de los invitados de honor fue el gobernador Miguel Barbosa Huerta, quien cortó el listón de inauguración a las 10 de la mañana, coronó a la reina del festival y presenció con felicidad cada uno de los números presentados.
El Convite fue la representación de la cultura de compartir. En cada danza, los participantes compartieron con el público fruta, dulces típicos y alimentos provenientes de su región para darles a conocer un pedacito de sus comunidades.
La edad no fue impedimento para venerar las tradiciones. Bailarines desde los 3 hasta los 60 años participaron la celebración de la Fiesta Grande al pie de la iglesia dedicada a San Miguel.
Cada baile, representaba una «caricia a la tierra», como forma de agradecimiento por los regalos que brinda como la comida, plantas y árboles.
Entre los bailes que pudo disfrutar el público, fueron el Baile de Chinas y Charros de Atlixco; la Danza Ceremonias Indígena de Pantepec; la Boda Ancestral Indígena de Nealtican; la Danza Tradicional de Huehuentones de Tlacotepec y la Danza Tradicional de Tecuanes de Izúcar de Matamoros.
Para los diferentes municipios de la región, el Convite representa una ofrenda al lugar de culto que representó la plaza a los pies del cerro durante la época prehispánica y en dónde fueron encontrados vestigios arqueológicos durante su rehabilitación.
Hay que recordar que el en Cerro de San Miguel, construirán un museo de sitio para contar la historia del Convite Huey Atlixcáyotl.
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Fotos: Gran Angular Agencia / @AngularAgencia
