PRD, al borde de extinguirse en Puebla en la elección del 2024
Desde la elección de 2016, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) dejó de representar una fuerza política en Puebla y la tendencia indica que este año será complicado que alcancen el 3% de la votación para mantener su registro.
En sus últimas elecciones, el partido del Sol Azteca no ha representado un aporte significativo para las alianzas en las que acompaña al PAN y sus demás aliados, pues tanto para la gubernatura y el Congreso del estado su votación no supera el 3 por ciento de los votos válidos emitidos.
Su supervivencia se la deben a los votos que rescatan en las elecciones para presidencias municipales, donde ha superado por un corto margen la barrera del 3 por ciento de votación valida emitida.
En 2024, su permanencia estará en más peligro que nunca, pues solo le queda mantener su pequeña presencia a nivel municipal para seguir con vida otros tres años.
La debacle visible a partir de 2016
En 2010, el PRD tomó una decisión que cambió su rumbo al ir en contra de su ideología de izquierda y sumarse en una coalición con el Partido Acción Nacional (PAN) para la gubernatura en la alianza Compromiso por Puebla.
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El resultado fue favorable para ellos ya que lograron ganar la gubernatura con Rafael Moreno Valle, pero las consecuencias se verían años más tarde.
En 2013 volvieron a unirse en la coalición Puebla Avanza, con la que conseguiría varias diputaciones locales y ayuntamientos, pero dos años después comenzaría el descenso del Sol Azteca.
En 2016, la elección de la minigubernatura, después de varios desencuentros entre el grupo del gobernador Moreno Valle y la corriente Alternativa Democrática Nacional, el PRD decidió no acompañar la alianza del PAN en Puebla y postuló a su propia candidata para el gobierno estatal: Roxana Luna Porquillo, con la esperanza de robarle votos al morenovallismo.
Sin embargo, el resultado exhibió que el perredismo poblano se encontraba en un estado de crisis ya que solamente lograron 75 mil 173 votos, apneas el 3.91 por ciento de la votación valida emitida, lo que era el aviso de que su caída había comenzado sin retorno.
La lucha por alcanzar el 3 por ciento de votos
A partir de esa elección, la lucha del PRD ya no fue por ganar posiciones en el Congreso local, las principales presidencias municipales o ser una ficha que incline la balanza en la contienda al gobierno estatal, su objetivo se convirtió en solo sobrevivir
En 2018 fue la primera muestra de ello, pues dentro de la coalición Por Puebla al Frente, el PRD solo aportó 80 mil 445 —2.78 por ciento de la votación válida emitida—, que para ellos no eran suficientes para su registro, aunque a la candidata panista Martha Erika Alonso le fueron vitales en su contienda.
En la elección por las diputaciones locales, el perredismo quedó arrasado por la ola obradorista en el estado que lo dejó en el naufragio con 81 mil 954, apenas 2.87 por ciento de los votos, quedando al borde de perder su registro. Para su suerte, en la elección de ayuntamiento la cosecha de votos fue de 93 mil 224 sufragios, un 3.13 por ciento que lo mantenía con vida.
En la elección extraordinaria para gobernador de 2019 la tendencia a la baja se mantuvo ya que solo sumó 43 mil 837 votos a la causa de Enrique Cárdenas, un 2.86 por ciento de votos, aunque en esta elección no estaría en juego su registro.
Para el proceso electoral 2020-2021 la crisis del Sol Azteca empeoró, pues en la lucha por diputaciones locales su votación bajó a 62 mil 417 sufragios, un porcentaje de 2.50 por ciento que lo dejaría sin un solo espacio en la LXI Legislatura.
Tuvo que refugiarse en las presidencias municipales para mantener su registro de nueva cuenta, pues aquí sumaría 82 mil 592 votos, que equivalieron al 3.14 por ciento de la votación de esa elección, con lo que evitaron que el sol azteca se apagara por al menos tres años más en Puebla.