“Qué reviva Puebla”, grita Miguel Barbosa en su tercer Grito de Independencia que por primera vez lo hace desde Casa Aguayo.
A Barbosa lo acompaña la clase política más importante de Puebla. Están los titulares del Poder Judicial y el Legislativo.
También se encuentra entre los invitados de honor Eduardo Rivera, quien en un mes será el nuevo presiente municipal de Puebla.
Por cierto, a Claudia Rivera nadie la extraña ni preguntan por ella, al contrario, los asistentes aplauden y lanzan porras a Barbosa.
“Viva la libertad”, “viva la democracia”, lanza el gobernador. Resalta a las mujeres de la historia, “viva Josefa Ortiz de Domínguez”, “viva Carmen Serdán” y “viva Natalia Serdán”.
Por segundo año consecutivo, Miguel Barbosa reconoce al ejército de la salud que se encuentra en batalla desde hace 18 meses por la pandemia de la COVID-19.
En el balcón principal de Casa Aguayo, la sede del poder ejecutivo, está Rosario Orozco, mano derecha y esposa del gobernador.
Las condiciones climatológicas permitieron que la ceremonia del 211 aniversario de la Independencia de México ocurriera sin contratiempos.
Para cerrar con broche de oro, los poblanos son testigos del espectáculo de pirotecnia.
Entre porras, Barbosa se despide de los poblanos que lo acompañan en su tercer grito. Los asistentes permanecen afuera de Casa Aguayo para presenciar el concierto de la Vecindad Santanera.
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