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Durante los últimos seis meses tras la declaratoria de emergencia sanitaria derivada del virus Sars-Cov2, los más de cinco mil concesionarios en Puebla han tenido pérdidas por 10 millones de pesos al día, según datos que arroja el estudio denominado “Impacto económico y social del Covid 19 en el transporte público”, realizado por el capítulo Puebla de Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM).
Tras el llamado al confinamiento y la suspensión de actividades económicas la demanda se redujo al 30 por ciento en el número de viajes diarios que realizan los poblanos de manera habitual, destacó, Anuar Musalem Valencia, subdirector de la AMTM.
Antes de la pandemia en promedio 829 mil 130 poblanos dependían del transporte público para su movilidad realizando en promedio dos viajes diarios entre su origen y destino, es decir que de un millón 658 mil 278 viajes cobrados en 8 pesos con cincuenta centavos, se redujo a medio millón de viajes.
Ese millón 158 mil que no se realizan representan 10 millones de pesos que dejan de percibir los permisionarios y se reduce la ganancia de los conductores, mecánicos y todos los que trabajan en la cadena de suministros para que los vehículos funcionen.
De Acuerdo al “Plan Sectorial de Movilidad de la Zona Metropolitana de Puebla” en la Zona Metropolitana del Valle de Puebla (ZMVP) se generan 3 millones 561 mil 314 viajes diarios, de este universo un millón 658 mil 278 viajes son atendidos por el sistema de transporte público, lo que representa el 72.7 por ciento.
El parque vehicular del transporte público cuenta con 5 mil 633 vehículos de transporte público, la atomización del anterior parque vehicular se encuentra dividida en: dos mil 80 vehículos tipo Van, mil 879 tipo midibus y mil 674 autobuses.
Los principales motivos de viaje para los usuarios del transporte público en Puebla, antes del COVID-19, se dividían de la siguiente forma: trabajo 48%; academia 29%, abasto 10% y otros 13% (recreación, salud y demás)
Aunado a lo anterior, en la nueva normalidad, la nueva demanda del transporte público se ve limitada por las siguientes restricciones y prevenciones sanitarias: Normatividad legal que obliga a los vehículos a transportar solo al 50% de su capacidad.
Aunado a que no existe una nueva configuración de motivos de viaje, no se ha adecuado la oferta ni lo itinerarios han sido diseñados o estudiados.
Tras la contingencia por covid-19 el motivo de viaje “academia” que representaba el 29 por ciento de los viajes, prácticamente desapareció.
Obviamente el ingreso del concesionario se ve mermado en los mismos porcentajes en que se afectó la demanda, detalló Musalem Valencia.
Las dificultades económicas que atraviesan los concesionarios impide que la administración pública, exija a los concesionarios la modernización de los vehículos.
Según el especialista en movilidad, la antigüedad del parque vehicular aumenta los “costos de operación” y disminuye los ingresos de los concesionarios, como ejemplo los “costos variables”: combustible, neumáticos, mantenimiento, y demás representan el 70%.
Calidad del servicio se afecta aún más
La calidad en el servicio hacía los usuarios se verá severamente afectada, en especial las condiciones físico-mecánicas de los vehículos, disminuyen el confort durante el traslado y aumentando la posibilidad sufrir hechos de tránsito por fallas o descompostura.
Será imposible para el concesionario adquirir un vehículo de gran capacidad (autobús), privilegiando la compra de vehículos tipo VAN que fomentan el hacinamiento de los usuarios.
La pandemia hace casi imposible migrar paulatinamente del esquema “hombre-camión” a un sistema de autotransporte empresarial y disminuye la competitividad de la ZMVP al no contar con el material rodante que promueva los traslados de forma eficiente.
Los usuarios de transporte público, harán lo imposible para adquirir un automóvil, la gran mayoría semi-nuevos o usados, acrecentando el índice de motorización y con ellos los grandes problemas de las metrópolis: congestionamiento, contaminación y hechos de tránsito.
Lamentablemente la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), afirma que “la mayor parte de las compras de unidades usadas se hacen en el mercado informal, por lo que no existe una estadística nacional del mercado de vehículos seminuevos.”
Al fallar de forma general la oferta del sistema de transporte público, se ven afectados los usuarios con menor poder adquisitivo, la inconsistencia en las condiciones de operación (horarios de servicio e intervalo de paso principalmente) puede afectar el tiempo de entrada a trabajos u obligar a que los mismos usuarios realicen una inversión en transporte mercantil tipo TAXI para cumplir.