Miedo, impotencia y enojo son solo algunos de los sentimientos que ha enfrentado Miriam desde hace nueve años, cuando comenzó su calvario al ser separada de sus dos hijos. En ese momento, desconocía que era la violencia vicaria, pero hoy tiene la esperanza de que esto le permita abrazar a sus pequeños de nueva cuenta.
En entrevista con ALMANAQUE, contó que en 2013, su ex pareja con la que vivía en unión libre y tenía un hijo de seis y una bebé de año y medio, la golpeó e incluso amenazó de muerte, por lo que tuvo que vivir tres meses en un albergue para mujeres violentadas.
Desde entonces, Miriam ha vivido un infierno, pero narró que no está sola, pues en estos años la ha acompañado su hija mayor, quien actualmente tiene 22 años y sus amigas, quienes la han ayudado a salir adelante
La historia de Miriam
Todo empezó cuando ella le dijo a su ex pareja que se quería separar de él. Sin embargo, la reacción no fue la esperada, ya que en ese momento la golpeó en repetidas ocasiones, la amenazó de muerte y se llevó a sus dos hijos pequeños.
Desde entonces, solo ha podido verlos de lejos cuando los buscaba en la escuela o actividades extracurriculares, pero la familia de él custodiaba en todo momento a los niños para que no la vieran.
Inclusive, los familiares de su ex pareja la amenazaron y les metieron miedo a los niños para que se alejaran de ella.
Fue ahí cuando por recomendación de su psicóloga decidió desistir de la idea de intentar abrazarlos y prefirió hacer todo por la vía legal hasta ganar la custodia. No obstante, el padre de los niños ha hecho hasta lo imposible por evitar la situación.
“Hace 9 años, a raíz de pedirle la separación a mi pareja fui víctima de violencia familiar, me pegó y se llevó a mis hijos, ha buscado por todos los medios restringir que los pueda ver (…) Desde ese día me pegó y me amenazó de muerte, lo repitió muchas veces. Busqué a mi hijo en sus clases de Taekwondo y me dijo que me iba a matar, él y su familia lo hicieron en los momentos que llegué a buscar a mis hijos”.
Aclaró que su objetivo no es que los niños dejen de convivir con su padre, pero un golpeador y abusador no puede tener la custodia de sus hijos, quienes aseguró, también han sido víctimas de las malas decisiones que ha tomado.
¿Cómo se enfrenta la violencia vicaria?
Durante nueve años, Miriam ha experimentado un sin fin de emociones, miedo, angustia, impotencia, e incluso ha habido momentos en los que se ha quedado sin ganas de seguir adelante, pues le quitaron lo más importante de su vida.
A esto le suma que el proceso para recibir justicia ha sido demasiado lento, aún más con la pandemia. Miriam no pierde la fe, y día con día se esfuerza en luchar por recuperar a sus hijos.
«Han pasado durante esos nueve años muchas cosas, desde pensar tonterías como quererte morir porque se te va una parte de ti. Siento impotencia, es esperar recibir un abrazo una palabra que los sueñes y que estés tan cerca de agarrarlos y besarlos y que en ese momento despiertes es algo que no le deseo a nadie. Yo nunca pierdo la fe, todos los días tengo fe de que se me haga justicia y que los voy a tener aunque sea un momento».
Trato de la justicia y sociedad
En estos años, Miriam recibió poco apoyo por parte de las autoridades y decenas de críticas de la sociedad e incluso su familia, quienes le decían que seguramente ella hizo algo mal para que su ex pareja se quedara con sus hijos.
Las denuncias no procedían al alegar que el era el padre, que no había motivos y que sus estudios psicológicos marcaban que ella no sufría las secuelas de la violencia a la que fue sometida antes de llegar al albergue.
Ocho años pasaron para que por fin dictaran que el sujeto la agredió físicamente. Lamentablemente, meses antes le entregaron la custodia definitiva de sus dos hijos a su ex pareja, quien se niega a que los niños convivan con su madre.
“Hasta ahora que hay una nueva abogada empieza a buscar y encuentra todas las cosas que están mal hechas por la autoridad, concederle una guardia y custodia sin tener todos los elementos para entregársela, porque al final es alguien que es un golpeador, un abusador y no puede tener a tus hijos (…) He sufrido mucho, desde lo económico hasta lo emocional, el ser señalada por la gente que en lugar de apoyarte te dice que por algo se los llevaron, por algo te los quitan, la gente te castiga tan feo que te sientes acorralada”.
¿Qué le dirías a tus hijos si pudieras verlos?
Ya han pasado nueve años desde la última vez que cruzó una palabra con sus hijos, desde entonces, ha soñado abrazarlos y besarlos, además de poder pasar un cumpleaños o fechas importantes con ellos.
Entre lagrimas, Miriam contó que una de las cosas que más desea decirles a sus hijos es que los ama y que nunca dejará de luchar por ellos para verlos crecer.
“Les diría que los amo, no hay más, que no pararé de luchar de verdad nunca y lo he dicho siempre y hasta que me muera voy a luchar por tenerlos y de verdad quiero simple y sencillamente su felicidad, eso es todo”.
¿Cómo te enteraste de la violencia vicaria?
Ella se enteró del tema poco antes del asesinato de Cecilia Monzón, cuando vio una campaña en Twitter para proteger a las víctimas que sufrían de este tipo de abuso y en el colectivo Cam Cai le abrieron las puertas, desde entonces la han apoyado en todo momento.
Ahí le explicaron mejor el tema y han creado una red de apoyo con otras víctimas. La mayoría de ellas todavía tienen miedo de denunciar públicamente que sus ex parejas les prohíben ver a sus hijos desde hace varios meses o años.
“Dicen que los tiempos de Dios son perfectos y las cosas pasan por algo, tiempo antes de que asesinaran a Cecilia Monzónn por azares del destino me apareció un tuit de la lucha que ella tenía y empecé a seguirlos y me di cuenta que la encajaba perfecto en la violencia vicaria”.
¿Qué opinas de la aprobación de la violencia vicaria en Puebla?
Miriam contó que siguió la transmisión del Congreso de Puebla cuando los diputados locales aprobaron la violencia vicaria como delito y en ese momento, una luz de esperanza llegó a su vida, por lo que no pudo contener las lágrimas
“Cuando estábamos siguiendo la transmisión en vivo y cuando todos votan a favor se vuelve emoción y lloras, es como si se volviera a encender una velita que está a punto de apagarse, es una emoción de que se va a hacer justicia”.
¿Qué consejos les das a las mujeres que sufren lo mismo que tú?
Miriam dio un consejo para todas las mujeres que atraviesan por el mismo problema que ella, que no tengan miedo y se presenten a denunciar ante las autoridades correspondientes la violencia que han sufrido.
«Para los agresores no hay palabras, no puedes tener palabras y sentimientos hacia ellos, a las víctimas es todo el apoyo del mundo, hay muchos colectivos donde se pueden acercar, es un grupo bien padre donde buscamos apoyarnos, hay psicólogas en el colectivo y les diría que no tengan miedo, el miedo es lo que más nos afecta, que decidamos romper con los círculos de violencia, si no rompemos ellos siguen aprovechándose».
El 15 de julio, los diputados locales aprobaron que la violencia vicaria se tipifique como delito en Puebla y se castigue hasta con 10 años de cárcel.
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Fotos: Jacqueline Steffanoni / @jacquelinesteff