Con lajas sucias, sin rejas y registros sin tapa, la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco e integrantes de la Secretaría de Desarrollo Agrario Urbano y Territorial (Sedatu) reiunauguraron el zócalo de Puebla, luego de permanecer cerca de seis meses cerrado por obras de remodelación.
La Sedatu entregó con una semana de retraso la obra en la que al inicio se planeaban invertir, 70 millones de pesos, aunque por la falta de permisos el proyecto se modifico y el costo final fue de 10 millones 800 mil pesos
En un recorrido hecho por ALMANAQUE se constataron las condiciones en las que fue abierto el zócalo tras mantenerse seis meses cerrado.
Las rejas que separaban los pasillos de las jardineras fueron retiradas y quedaron a disposición de la Secretaría de Infraestructura.
Gerardo Ríos Bermúdez, director del Instituto Municipal de Planeación explicó que quitaron las jardineras con el respaldo del INAH para crear una cultura en beneficio del medio ambiente.
Detrás de la fuente de San Miguel hay un registro sin tapa que representa un peligro para los transeúntes de la zona.
En el piso hay pintas que no fueron eliminadas, así como lajas dañadas. También se pudo observar plantas arrumbadas sin que fueran sacadas de las bolsas de plástico.
Claudia Rivera asegura que es histórica la intervención al zócalo de Puebla
Durante el evento la presidenta municipal dijo que la obra es un avance histórico porque ninguna administración había hecho una intervención tan profunda, aunque el zócalo luce prácticamente igual.
Explicaron que a la fuente de San Miguel le dieron un trato especial, por lo que incluso le colocaron la espada que había perdido en años anteriores.
También le dieron mantenimiento a las lámparas y bancas de la plaza de armas.
El 20 de septiembre, la Sedatu modificó el proyecto a través del cual se planeaba construir espejos de agua para darle el aspecto que tenía en 1915, además de colocar fuentes danzantes sobre la 3 Oriente. La inversión de la obra sería de 70 millones de pesos.
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