“La huella de unos labios”: cine mexicano queer que explora el deseo en tiempos de pandemia

La diversidad sigue tomando fuerza en el cine nacional, y un claro ejemplo es La huella de unos labios (2023), el más reciente largometraje del director Julián Hernández, reconocido por su trabajo en cine de temática LGBTQ+.
Esta cinta, protagonizada por Hugo Catalán y Luis Vegas, ya está disponible en la plataforma Filmin, donde puede verse en México, Latinoamérica y España.
La huella de unos labios: Una historia de deseo en confinamiento
Ambientada en el contexto de la pandemia por COVID-19, la película narra la historia de Román (Catalán), un actor frustrado por el prolongado aislamiento que encuentra compañía en uno de sus vecinos a través de una conexión virtual.

A medida que sus conversaciones por videollamada se tornan cada vez más íntimas, ambos enfrentan el dilema de mantener la distancia o arriesgarse a un encuentro físico.
El guion, escrito por el propio Julián Hernández en colaboración con Gustavo Hernández de Anda, plantea una reflexión sobre el deseo, el cuerpo, la soledad y los límites impuestos por las circunstancias sanitarias.
Una producción destacada en festivales internacionales
Antes de llegar al streaming, La huella de unos labios fue exhibida en espacios como el Festival Internacional de Cine de Morelia y el Roze Filmdagen en Ámsterdam, obteniendo buena recepción por su tratamiento sensible y visualmente poético del erotismo masculino.
Un reparto sólido y escenas que no pasan desapercibidas
La cinta cuenta con las actuaciones de Mauricio Rico, Diego Ríos Andrade, Mauro González, Abraham Levi, Carlos Félix Obregón y Giovanna Zacarías, además del dúo protagonista.

Las imágenes promocionales, difundidas en redes sociales por la propia producción, han captado la atención por su intensidad emocional y carga sensual, reflejo de un cine que no teme explorar abiertamente la intimidad entre hombres.
Con una duración de 81 minutos, La huella de unos labios no solo confirma a Julián Hernández como una figura clave del cine queer mexicano, sino que también abre un nuevo espacio para historias que combinan lo emocional con lo carnal, todo bajo una estética cuidada y cargada de simbolismo.

