El líder talibán y director de la empresa Kabul Breshna, Ahmed Akhund, se encuentra en el centro de un escándalo que ha expuesto la hipocresía del grupo extremista en relación con la homosexualidad en Afganistán. El líder talibán fue captado en flagrancia mientras mantenía una relación con otro hombre en el país, una actividad que condenan públicamente y que castigan con la pena de muerte.
Las imágenes que se han vuelto virales en las redes sociales revelan a Ahmed Akhund en una situación íntima con uno de sus guardaespaldas, un hombre de 21 años de edad.
Este video pone en evidencia una doble moral dentro del grupo talibán, que mientras reprime brutalmente cualquier forma de homosexualidad en la sociedad afgana, parece tolerar y hasta normalizar esta práctica entre sus miembros.
En Afganistán, los talibanes imponen un retroceso significativo en materia de derechos humanos desde su regreso al poder en agosto de 2021. Se ha prohibido la educación de niñas, el acceso de mujeres a las universidades y el derecho al trabajo, entre otras restricciones draconianas.
Sin embargo, dentro de las filas talibanes, existe un código turbio y contradictorio que permite la práctica de la homosexualidad, especialmente entre aquellos que crecieron en el lado pakistaní de la frontera durante la guerra contra la Unión Soviética en la década de 1980. Esta práctica parece haberse normalizado entre ellos, a pesar de la estricta interpretación de la ley islámica (sharia) que predican.
Pillan al jefe adjunto de los talibanes, Mullah Ahmed, manteniendo una relación homosexual con uno de sus guardias. pic.twitter.com/GN4TgJp8It
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) August 21, 2023
La figura de la mujer en el emirato islámico de los talibanes se limita a la maternidad y la sucesión, relegando a las mujeres a un papel subordinado en la sociedad. Mientras tanto, los actos homosexuales, aunque secretos, continúan ocurriendo entre los propios fundamentalistas.
La hipocresía de los talibanes se hizo especialmente evidente en 2022, cuando Hamed Sabouri, un joven de 22 años con sueños de convertirse en médico, fue asesinado a tiros por los extremistas. Sabouri fue secuestrado y posteriormente se envió un video a su familia mostrando su cuerpo sin vida. Su trágico destino pone de manifiesto la brutalidad con la que los talibanes castigan a quienes se declaran abiertamente homosexuales o son reportados por otros afganos.
