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El debut político de la Doctora Lilia Cedillo

El membrete y su respectiva silla reservada a tres espacios apenas de distancia del gobernador Miguel Barbosa y de su esposa Doña Rosario Orozco en la mesa principal del presidio para la ceremonia del inicio de la temporada del Mole de Caderas…
columna historias de un joven reportero Gerardo Ruiz 1

El membrete y su respectiva silla reservada a tres espacios apenas de distancia del gobernador Miguel Barbosa y de su esposa Doña Rosario Orozco en la mesa principal del presidio para la ceremonia del inicio de la temporada del Mole de Caderas en Tehuacán esperaban a la rectora de la BUAP Lilia Cedillo.

Los invitados comenzaban a llegar poco a poco a la Hacienda La Carlota en las periferias de la ciudad y se disponían a ocupar sus respectivos lugares asignados para apreciar las danzas y rituales con los que los originales del Valle de Tehuacán preparaban las matanzas de los chivos que serían empleados como el ingrediente principal del platillo más representativo de la región con alcances internacionales.

Sin comitiva ni avanzada que hiciera lobby o que apartara su silla, ni pull de seguridad o de comunicación social, la Doctora Lilia Cedillo entró sola a la hacienda en donde se llevaría a cabo la ceremonia encabezada por el gobernador Barbosa y por el alcalde de Tehuacán, Pedro Tepole, la cual también contó con la presencia del edil capitalino Lalo Rivera.

La rectora de la BUAP ingresó por el mismo lugar que todos los asistentes y no por donde las autoridades e invitados especiales contaban y que conducía directo al presidio. Sin la fanfarronería ni la vanidad de sus antecesores, Cedillo Ramírez se sentó en la primera silla que observó a los costados de la tarima, en donde se presentarían los rituales de los originales de Tehuacán.

La directora de la máxima casa de estudios de Puebla con su personalidad sencilla y alejada de la fama que ha mareado a muchos pasó cerca de 30 minutos sentada como cualquier otra invitada mientras se presentaban los ballets de la junta auxiliar de San Diego Chalma y del municipio de Ajalpan.

Mientras otros secretarios, diputados, alcaldes y demás invitados buscaban una silla lo más cercana a la de Barbosa Huerta, la Doctora Lilia observaba, desde su lugar que le pareció el más cómodo, con bastante gusto las danzas y cantos previo al arribo del mandatario, esas que pudo disfrutar e impulsar cuando fue vicerrectora de Extensión y Difusión de la Cultura y directora del Complejo Cultural Universitario de la Benemérita poblana.

Y es que, la rectora de la BUAP en su primer mes de haber rendido protesta en el cargo mantiene pies de plomo y no ha perdido piso ni mucho menos su esencia académica y de una personalidad mesurada y sencilla, enfocada en su totalidad en trabajar por dignificar y recuperar la grandeza de la institución y no en grillas ni en hacer política con miras a un cargo de elección popular como todos los que ocuparon su puesto en el pasado.

Fue hasta que Verónica Vélez, la coordinadora de Comunicación Social del gobierno del estado, a su llegada notó que la rectora de la BUAP estaba sentada con la mayoría de invitados y no en su lugar en el presidio de honor junto al gobernador y la presidenta del patronato del SEDIF.

Vélez Macuil acompañó personalmente hasta su lugar en la mesa principal a la rectora y todos los ya sentados comenzaron con los saludos, felicitaciones, el famosísimo “besa manos” y las solicitudes de audiencias en los próximos días.

El debut de Cedillo Ramírez frente a la clase política poblana no se había presentado de manera formal hasta la tarde de este miércoles, pues la sesión solemne del Consejo Universitario del pasado 5 de octubre en la que fue nombrada como rectora de la Benemérita fue de manera virtual y durante la toma de protesta de Eduardo Rivera como alcalde de Puebla decidió ausentarse para seguir marcando distancia del círculo rojo.

Los presentes en la comida ofrecida por el gobierno del estado pudieron constatar lo genuino y la sencillez de la primera mujer en llegar a la rectoría de la BUAP y que, al fin, un perfil emanado de la academia ostenta este cargo que se había prostituido durante los últimos años por su cercanía con los gobernadores en turno y todos los intereses detrás de la máxima casa de estudios.

El gobernador Barbosa, durante toda la fiesta de ayer, siempre mostró deferencias por la rectora con quien tuvo una larga charla al finalizar la comida en el jardín de la Hacienda Carlota frente a los fotógrafos y el resto de invitados que no querían perderse la estampa del debut de Lilia Cedillo entre la clase política que se dio cita en Tehuacán.

Así como llegó, sencilla y con la historia en sus hombros, la rectora de la BUAP regresó a Puebla tras convivir por más de cuatro horas con el mandatario poblano y su esposa, los integrantes de su gabinete, diputados locales de todos los partidos y miembros del Ayuntamiento tehuacanero.

La sencillez, congruencia y lo genuino de la Doctora Lilia Cedillo es algo que resalta aun cuando ella busca mantener un perfil bajo para respetar la investidura de su cargo y el nombre de la BUAP.

La primera mujer en ser rectora de la BUAP ha dado una gran muestra de su clase en su primer gran acto público frente a los hombres y mujeres de poder de Puebla.

Hasta que la Benemérita de Puebla tiene alguien en la dirección general que entiende la responsabilidad del puesto.

Prueba superada para la rectora.

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