La euforia en Miami por la llegada de Leonel Messi continúa desatada incluso sin que el astro argentino haya debutado con su nuevo equipo.

La noche del 12 de julio, el futbolista salió de un restaurante por la parte trasera luego de cenar con su esposa e hijos.
Ahí, varios aficionados ya lo esperaban, a lo que el ex jugador del PSG se detuvo a firmar algunos autógrafos y tomarse fotografías.
El descontento de Leo llegó cuando un fan con la camiseta de Argentina lo abrazó para tomarse una foto.
Sin embargo, el aficionado le dio un beso en la mejilla, que en un principio pareció no importarle, pero segundos después volteó claramente molesto.