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Morena ya reservó sus cinco estados para las mujeres

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Mientras todos los ojos estaban puestos en la guerra civil entre Alejandro Armenta, Julio Huerta, Rodrigo Abdala y Nacho Mier, la baraja de hombres que buscan la candidatura de Morena en Puebla, el Consejo General del INE cimbró el tablero político nacional y le cambió todos los planes que el Movimiento Regeneración Nacional ya tenía para los ochos estados que renovarán sus gobiernos y la jefatura de la Ciudad de México tras aprobar el acuerdo de paridad que obliga a postular “al menos” a cinco mujeres como abanderadas en los comicios locales del 2024.

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Pueden ser más.

En este mismo espacio veníamos señalando desde hace meses que el Instituto Nacional Electoral sería el gran dique al que los aspirantes varones de la 4T en la entidad poblana se enfrentarían más que a sus propios rivales de partidos con los que se protagonizó hasta hoy uno de los procesos internos más desaseado, violento e ilegal en la historia del estado.

Odio decir te lo dije, pero te lo dije.

Y es que, el acuerdo de paridad aprobado la mañana de este martes por el pleno del INE no solo es un avance significativo para el feminismo en México, pues rompe el resistente techo de cristal que los partidos habían levantado para bloquear a las mujeres en las gubernaturas del país, también terminó por evidenciar a aquellos institutos políticos que utilizaban como un accesorio al discurso de la paridad y la igualdad.

Como resultados de la reforma constitucional del 2019, bautizada como “Paridad en Todo”, que fue un parche a la reforma del 2014, la cual estableció la obligación de los partidos políticos de postular de manera paritaria candidaturas a cargos de elección popular, sólo nueve mujeres han sido electas para encabezar los poderes ejecutivos de las 32 entidades que integran el país.

Más datos duros.

Durante las pasadas elecciones de 2018, de 48 candidaturas a la gubernatura en nueve entidades, únicamente 11 fueron de mujeres.

En más de 40 años y hasta la administración pasada, de un total de 236 integrantes de los gabinetes del gobierno federal, sólo 23 mujeres habían ocupado el cargo de secretarias de Estado.

En 2017, solo 17% de las carteras del gabinete del gobierno federal tenía como titular a una mujer, mientras que en un 83% de las dependencias, el titular era hombre.

En el 2024 viviremos una elección histórica, ya que de estos comicios federales saldrá la primer mujer presidenta en la historia de México.

Además, con el acuerdo antes mencionado impulsado por el INE, tendremos el próximo año a más mujeres como gobernadoras de sus estados para que en el 2027 se pueda alcanzar la mitad de las entidades del país encabezas por el género femenino.

La trascendencia política del acuerdo de paridad no es menor.

El bastón de mando de la 4T que el presidente Andrés Manuel López Obrador le entregó a Claudia Sheinbaum por fin dio muestras de su poder y de su peso.

Para muchos, este candado que obliga a los partidos a postular a cinco mujeres en 2024 es un regalo adelantado para Sheinbaum Pardo por parte de los consejeros del INE afines al lopezobradorismo, puesto que así se amarra para un hombre la candidatura a la jefatura de la Ciudad de México, la cual, de forma inminente, será para Omar García Harfuch.

Este “tributo” del INE a Sheinbaum generará un reacomodo en la asignación de candidaturas en el CEN de Morena, que de manera inicial había favorecido al patriarcado para entregar a los hombres más candidaturas que a las mujeres, contraviniendo a todas las jurisprudencias y antecedentes en cuanto a la participación igualitaria de las mujeres.

En una entrega anterior de las Historias de un Joven Reportero ya habíamos explicado que además de la paridad, la competitividad y la alternancia (a expensas de que el TEPJF aborde este tema en específico) serán los criterios para definir cuáles son los estados que serán reservados para que una mujer sea la candidata.

Es decir, si Claudia Sheinbaum logró que este acuerdo tan anhelado ya fuera aprobado en el INE para poder imponer a su alfil en la CDMX, quiere decir que en el bloque de mediana competitividad en el que está asignado Puebla y Morelos, al decir de los borradores del CEN morenista, en automático ambas candidaturas recaerían en una mujer.

Está prácticamente amarrado que Morena será abanderado por una mujer en el 2024.

Las otras entidades que serán abanderadas por un hombre son Jalisco, por Carlos Lomelí; Tabasco, por Javier May; y Yucatán, por Joaquín “Guacho” Díaz Mena, quien sería el enroque para acomodar a la senadora Antares Vázquez, en Guanajuato, entidad que estaba ya perfilada para Ricardo Sheffield.

Los estados en los que Morena postulará mujer siguiendo los criterios antes mencionados serán: Veracruz (Rocío Nahle), Chiapas (Sasil de León), Morelos (Margarita González) y Puebla, la cual se perfila para Olivia Salomón.

La filtración de la noche del lunes que corrió por todo el territorio nacional en la que ya estaban asignados los estados y que después fue desmentida por la propia secretaria general del CEN, Citlali Hernández, aviva las sospechas de que en Morena ya está todo cuadrado y se irán apagando los incendios de una vez.

¿Para qué la propia dirigencia nacional de Morena se distrajo en desmentir un montaje o una fake news?

Lo dicho: es tiempo de las mujeres.

¿Será tiempo de las morenas?

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