Dominique Pelicot la drogaba con potentes medicamentos para luego permitir que hombres abusaran de su esposa.
Condenan a 20 años de prisión a Dominique Pelicot por drogar y organizar violaciones a su esposa

Un tribunal de Aviñón, Francia, dictó este jueves una sentencia histórica al condenar a Dominique Pelicot, de 72 años, a 20 años de prisión, la pena máxima, por drogar sistemáticamente a su esposa durante una década para que decenas de hombres la violaran en su propio hogar. Este juicio, que ha conmocionado a la nación, también incluyó a 50 cómplices, cuyas penas ascienden a más de 400 años en total.
La sentencia y sus repercusiones
Pelicot fue hallado culpable de violación agravada y otros delitos, con su nombre inscrito en el registro de delincuentes sexuales. Según la sentencia, deberá cumplir al menos dos tercios de su condena antes de ser elegible para libertad condicional. El tribunal también dictaminó condenas para los otros acusados, que van desde tres hasta 15 años de prisión, aunque algunas penas menores no implican encarcelamiento inmediato, lo que ha generado indignación en sectores de la sociedad.

“Vergüenza de Justicia”, corearon decenas de personas afuera del tribunal, mayoritariamente mujeres convocadas por organizaciones feministas. Estas agrupaciones han acompañado a la víctima durante el proceso judicial, que se extendió por más de tres meses.
El horror detrás del caso
La víctima, Gisèle Pelicot, descubrió en 2020 la trama que su esposo había orquestado durante una década. Dominique Pelicot la drogaba con potentes medicamentos para luego permitir que hombres, de entre 27 y 74 años y de distintas profesiones, abusaran de ella. Los delitos fueron registrados en fotos y videos, pruebas clave que permitieron identificar a la mayoría de los agresores. Sin embargo, se estima que al menos 20 participantes más no han sido procesados.
All 51 men have been convicted of raping Gisele Pelicot
— nazir afzal (@nazirafzal) December 19, 2024
She heroically fought for this while her husband & each of these rapists felt sorry for themselves
We deal with the symptoms but ignore the sexism & misogyny that causes it
Today is Gisele’s day
pic.twitter.com/zBrN8hflkv
La macabra trama salió a la luz cuando Pelicot fue arrestado en 2020 por grabar imágenes inapropiadas bajo las faldas de mujeres en un supermercado. En la investigación posterior, las autoridades encontraron registros de al menos 92 violaciones documentadas, así como imágenes íntimas no consentidas de su hija y su nuera.
Una víctima convertida en símbolo de lucha
Gisèle Pelicot optó por hacer público el juicio con el objetivo de «cambiar la vergüenza de bando». En su testimonio, describió cómo, durante años, sus sospechas se limitaban a inexplicables lagunas en su memoria. «Era como si fuera una muñeca de trapo, una bolsa de basura a merced de desconocidos», relató con firmeza. La valentía de Gisèle ha convertido su caso en un símbolo de lucha contra la violencia de género y la impunidad en Francia y en el mundo.
Aunque Pelicot pidió perdón a su esposa y su familia durante el juicio, los fiscales subrayaron que sus acciones no se limitaron a su esposa, sino que reflejaban un patrón de conducta que alcanzaba a otras víctimas.
#GisèlePelicot
— Dinorah Centeno (@DinorahCenteno) December 19, 2024
‘list of rapists’ shame pic.twitter.com/WF00DE8wjr
Apelaciones en puerta
La abogada de Pelicot, Béatrice Zavarro, dejó abierta la posibilidad de apelar la sentencia.
“El tribunal ha convertido a mi cliente en el director de orquesta y a los demás en meros músicos secundarios. Nos tomaremos los próximos diez días para decidir si recurriremos la decisión”, afirmó.
Un juicio que remueve conciencias
El caso ha encendido el debate en Francia sobre el sistema de justicia, la protección a las víctimas y las penas impuestas a los agresores sexuales. Mientras algunos celebran la sentencia como un paso hacia la justicia, otros cuestionan la lenidad de algunas condenas y exigen medidas más contundentes para evitar que crímenes como este vuelvan a ocurrir.
La tragedia de Gisèle Pelicot no solo deja una huella en la justicia francesa, sino que resuena como un llamado a nivel global para enfrentar la violencia de género y proteger a las víctimas.


