Nilsa Gali / @nilsa_gali
Fotos: Jafet Moz / @jafetmoz
A los siete años, Diana Sofia disfrutaba observar a su hermana mientras se maquillaba. Algunos años después, ese gusto por la feminidad observada se convirtió en una práctica para ella. Cuando tenía 12 años, su madre le regaló sus primeras arracadas de plata.
Su secreto quedó al descubierto por su madre, aquella mujer que se convirtió en su confidente e inspiración para darle vida a Diana Sofía, quien actualmente se ha convertido en la primera conductora transgénero de Uber y Didi en Puebla.
«Diana Sofía sale a trabajar en su carro desde hace tres años y afortunadamente día con día tengo trabajo y los usuarios han evolucionado su forma de pensar».
— ¿Qué obstáculos has enfrentado al vivir como Diana Sofía?
Desafortunadamente, la sociedad no ha progresado completamente. El obstáculo más grande al que me he enfrentado fue mantener encerrada a Diana Sofía por muchos años, siendo yo una persona madura de 47 años, y hace 35 años era una situación muy complicada. Al ser hijo de una catedrática universitaria con una maestría y un doctorado, la gente juzga sin tener una interacción conmigo y conocer más mis razones.
— ¿Sufriste algún tipo de bullying durante tu infancia?
En mis tiempos no se le llamaba bullying, se le llamaba carrilla, y no, ya que lo mantenía muy en secreto. Además, bullying los sufrimos todos, si eres alto, si eres chaparro, si eres flaca, si eres gorda, por el tono de piel, por el tono de cabello, por tus creencias o por tus habilidades atléticas.
— ¿Has sufrido algún tipo de discriminación en el trabajo?
Agradezco a las aplicaciones que desde el día uno, me han brindado su respeto. Diana Sofía sale a trabajar en su carro desde hace tres años y afortunadamente día con día tengo trabajo y los usuarios han evolucionado su forma de pensar. Sin embargo, siempre va a existir el usuario al que le incomoda la situación y para eso está la opción de cancelar el viaje.
— ¿Cómo logras que no te afecte lo que la gente dice?
Toda la vida soy feliz. Realizar mis actividades desde la más compleja hasta la más simple sabiendo quién soy yo. Cuando tú te quieres y te respetas, lo que digan los demás no importa.
—Eres la primera conductora transgénero en Puebla, ¿Cómo es que logras esto?
Me atreví a llegar «totalmente fifí» a las oficinas de Uber diciendo «esta soy yo, aquí están mis resultados, mis números de viajes de 5 estrellas soy conductora VIP nivel Diamante que me ha ganado con mi profesionalismo y respeto al trabajo y a mi persona».
Sé de buena fuente que en Colombia hay una conductora Uber transgénero. Creo que en Guadalajara hay otra y en Ciudad de México cuatro o cinco. En Puebla de Los Ángeles, una ciudad muy chapada a la antigua, soy la primera, espero que se haga una diferencia y de aquí en adelante todos respetemos a la humanidad.
— ¿Qué opinas de la Ley Agnes?
Las personas de la comunidad LGBTTTIQ hemos luchado toda la vida, hemos querido que nuestro cambio de género y de nombre sea legal. En países primermundistas ya se está tomando en cuenta, sin embargo, acá en Puebla algunos partidos políticos han intentado hacerlo, pero siempre se quedan en promesas.
No han cumplido ni capitalizado esa situación. Es una lucha que personas transgénero hacen para poder tener el derecho de ser lo que quieren ser. Apoyo la iniciativa, sin embargo, creo que hay formas de hacerlo, por ejemplo, dando puntos de vista, siendo activista o por medio de entrevistas cómo esta. Yo espero que en pleno Siglo XXI sea más rápido el proceso de que nos respeten.
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