Muchas son las lecturas – tanto en lo político como en lo social– que dejaron las reformas al Código Civil del estado aprobadas el lunes por el Congreso local para despenalizar en Puebla el aborto hasta la semana 12 de embarazo.
Lo primero que se debe de señalar es el valioso trabajo realizado por tres diputadas que jamás quitaron el dedo del renglón para que la entidad poblana se sumase a las otras 13 que ya habían acatado lo dispuesto por la SCJN: Silvia Tanús, Mónica Silva y Nora Merino.
La expriista fue la gran cabildera entre el actual gobierno de Sergio Salomón Céspedes; el entrante, de Alejandro Armenta; y el Legislativo local, que en lo oficial preside el intrascendente Edgar Garmendia, pero que en los hechos controla Tanús Osorio.
El periodista Fermín Alejandro García, en su entrega de este martes de Cuitatlán, precisó que fue Silvia Tanús la principal impulsora de que la ILE se destrabara en las comisiones del Congreso del estado y avanzara hacia el pleno en apenas unos días tras casi seis años de permanecer en la congeladora a pesar de que las dos últimas legislaturas estaban conformadas en su mayoría –casi absoluta– por Morena y aliados.
“Silvia Tanús Osorio fue un personaje clave para que se pudiera despenalizar el aborto en el ocaso del actual sexenio, pues la ex priista y actual legisladora independiente fue quien dio curso a la iniciativa que se aprobó este lunes, tras dialogar con colectivos feministas y sin hacer “ruido” del proyecto, pera evitar que fuera bloqueado, frenado, tal como ocurrió en cuatro ocasiones al largo de los últimos seis años.
Sin duda alguna el factor decisivo provino de Alejandro Armenta Mier, el gobernador electo de Puebla, quien aportó la voluntad política para quitarle “el freno de mano” que había en el Congreso del estado al tema de la interrupción legal del embarazo”, describió el director de La Jornada de Oriente en su columna que llevó el título Silvia Tanús, una pieza clave para que se aprobara la despenalización del aborto.
Se debe precisar que el gobernador electo no legisla ni tampoco presionó a los actuales diputados ni “tiró línea” como se intentó malinformar en los últimos días.
El propio Armenta Mier fijó su postura sobre este tema y fue muy claro:
“Por eso respeto a las mujeres y su libre albedrío; es fundamental que pongamos todos los temas sobre la mesa y los abordemos con justicia, sin prejuicios ni dogmas, somos gobierno de la 4T y somos respetuosos del libre albedrío de las mujeres”.
Aun deambulantes y erráticos por la derrota del 2 de junio, la muy mermada y casi inexistente oposición de los legisladores del PAN en el Congreso poblano intentaron, sin ningún éxito, manchar la investidura de Céspedes Peregrina y de Armenta Mier, pero dejaron claro que sus argumentos siguen siendo, como lo fueron en las urnas, huecos y necios.
Comandados por Rafael Micalco y Mónica Rodríguez Della Vecchia, la minibancada panista alentaron la confusión durante los días previos a la sesión del lunes y solo exhibieron su doble moral, tanto humana como política.
Los obnubilados diptuados de Acción Nacional se hubieran “inmolado” igual desde la tribuna del Congreso del estado cuando el finado Rafael Moreno Valle impulsó la Ley Bala, la cual sí era una legislación “asesina” y no como ellos calificaron a la despenalización del aborto avalada por mayoría de votos el pasado lunes.
Pese a la resistencia conservadora, Puebla dejó la edad media y el estado es solo un poco mejor para las mujeres.
Otras dos diputadas a las que se les debe aplaudir su ímpetu, tenacidad y esfuerzo es a Nora Merino y Mónica Silva, ambas del grupo legislativo del PT.
Desde la anterior legislatura, Merino Escamilla, junto con Estefania Sandoval y Vianey García, fueron bastante insistentes en impulsar la despenalización del aborto sin que esta pudiera avanzar.
Por su parte, Silva Ruiz, desde el primer día de la actual legisaltura, tomó la bandera del ILE y jamás se quitó de su muñeca izquierda el pañuelo verde que hoy puede ondear con orgullo al ser una de las principales responsables de que el Congreso poblana acatara al fin el fallo del 2021 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Otra postura que debe de seguir con lupa y leer muy bien entrelíneas es la de la Arquidiosecis de Puebla que utilizó adjetivos y calificativos bastante duros hacia los diputados poblanos que votaron a favor de la despenalización del aborto.
“Se hará oración de desagravio los viernes primeros de mes, hasta comenzar el Año Jubilar 2025, por tan grande ofensa a Dios, que es el aborto. La Pastoral de la Comunicación continuará en campaña permanente en las distintas redes sociales de la Arquidiócesis y de las parroquias para concientizar sobre el valor inconmensurable de la vida humana y brindar elementos de formación en valores (…) Puebla está de luto por tanta sangre de inocentes que será derramada. ¡Que Dios nos perdone!”.
Ahora habrá que ver si el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa sigue acudiendo gustoso a los actos oficiales del gobierno del estado como a las comidas anuales de Chiles en Nogada o al Mole de Caderas.
Lo que es un hecho es que ni los doblemoralinos del PAN ni la iglesia católica lograron frenar la asignatura pendiente que en Puebla había con todas las mujeres.
Insisto, hoy, la entidad poblana es un poco mejor que ayer.
Y eso, se debe celebrar.