Un cabildo dividido, una sociedad aburrida y enojada con su autoridad municipal, cercanos a la presidenta, Norma Layón, queriendo dejarla sola, una obra que en menos de 48 horas de inaugurada se derrumbó y ocasionó -tres muertes- oficialmente dos.
La crisis al interior del ayuntamiento texmeluquense, tiene un solo nombre: Norma Layón.
En los casi cuatro años que ha estado al frente del municipio, el tercero en importancia, no ha ejecutado obra emblemática, por la que se le pueda recordar, sino al contrario, obras que no sirven de nada y caen.
Su cabildo se alejó de Norma Layón, hay cuatro regidores que votaron en contra de la rehabilitación del tanque elevado que costó dos millones trescientos mil pesos.
La empresa Rassini Frenos, ubicada en San Martín Texmelucan, ya se ha deslindado, señalando, que ellos, solo dieron el recurso.
Las investigaciones contra de quién o quienes resulten responsables, se presume que recaerá en funcionarios de alto nivel en la administración de Layón.
Es por ello, que se habla en los corrillos políticos de la alicaída municipal de Norma Layón, que algunos ya quieren salir de la administración, dejar el cargo.
Vamos, dejarla sola y su soberbia.
Norma Layón y su administración sumida en una fuerte crisis de credibilidad con la sociedad.
Dos muertos, que suguieren que se investigue y se de con los responsables de este fatal accidente.
Aunque la obra, huele a tufo de corrupción, o no?
Conste que es pregunta.