Desde el inicio de su gobierno, Miguel Barbosa ha demostrado que él es el único jefe político en Puebla.
Y es que en política, “uno solo hay uno”.
No han faltado los desorientados que, desde su toma de protesta en agosto del 2019, que buscaron conspirarlo para acotar su poder y así tener beneficios políticos en el corto plazo.
Han sido tres años en los que han hecho de todo: boicotearlo frente a Andrés Manuel López Obrador, pagado con black money campañas de lodo en medios de comunicación y redes sociales, excluirlo del su propio partido, Morena, y a su grupo político de las candidaturas en los pasados comicios intermedios del 2021 y hasta inventar que su estado de salud se está deteriorando.
A todos ellos, Barbosa Huerta los ha dejado en ridículo, pues su trabajado como titular del Ejecutivo es bien aceptado y calificado en la entidad, su poder como el político más importante del estado se mantiene intacto y su condición física se mantiene estable y bien.
A sus conspiradores, el nacido en el Valle de Tehuacán los ha desactivado a tal grado de que la mayoría vive en el olvido, en el desempleo, están exiliados o prófugos.
Ejemplos hay de sobra: Tony Gali, Fernando Manzanilla, Claudia Rivera, Alfonso Esparza, José Juan Espinosa, Luis Ernesto Derbez, Genoveva Huerta, David Méndez, Eukid Castañón, por mencionar a algunos.
La lista, lo sabemos, es bastante larga.
En los últimos meses hemos visto que la guerra contra Barbosa ha incrementando a tal grado de involucrar una estrategia bastante violenta y miserable, en la cual participan “Los Chiapanecos” y sus plumas asueldo, quienes son los primeros en tener información sobre cuerpos de bebés tirados en diferentes puntos del estado o historias inverosímiles como la supuesta participación de mandatario en la trama de la Udlap.
Nada de esto ha logrado mermar la imagen de Miguel Barbosa.
El último gran fracaso de los conspiradores y sus niños cantores se dio este fin de semana en el marco de la visita de López Obrador a Puebla, ya que sus obnubiladas mentes crearon un escenario tan alejado como desafortunado.
Los malversados, fiel a su estilo, aseguraron que el presidente de México vendría a la Angelópolis para reprender a Barbosa por su falta de operación en la consulta popular de la revocación de mandato de abril y otros temas de la agenda presidencial.
Nada mas alejado de la realidad.
AMLO se reunió de manera privada y exclusiva (énfasis en el término “exclusivo”) con el gobernador Barbosa en el mejor de los ánimos.
López Obrador reconoció en el mandatario poblano a uno de sus más fieles escuderos a pesar de todos los chismes y rumores que han intentado llevar a Palacio Nacional y que han tenido como emisores a los Rivera Vivanco, a los Armenta y a los Mier.
El presidente de México felicitó a Barbosa Huerta por su excelente gobierno, el cual ha destacado a nivel nacional por su manejo de la pandemia, por su estrategia de seguridad y por los excelentes programas sociales que su gobierno ha emprendido como “Hacer Viviendas, Hacer Futuro”, los desayunos escolares, así como las obras de infraestructura en la mayoría de municipios del estado.
Pero el mensaje entrelineas fue aún más importante: López Obrador estableció que Miguel Barbosa es el único jefe político en Puebla por el que pasarán las grandes decisiones en los próximos meses y rumbo al 2024.
Barbosa tendrá derecho de voto y veto en su sucesión.
No puedes pasar desapercibido que mientras AMLO y el gobernador de Puebla intercambiaban elogios y trazaban la ruta electoral para la entidad, Nacho Mier era abucheado y humillado en Tecamachalco, Claudia Rivera salió del país para reunirse con siete mujeres en Estados Unidos y Alejandro Armenta repartió árboles en peseros de la capital.
Imágenes bastantes ilustrativas.
Nadie mejor que el presidente de México para dejar claro quién manda en Puebla.
Por más que lo intenten sus odiares y conspiradores, Barbosa Huerta es el hombre de poder con mas peso en la entidad y con el respaldo total del López Obrador.
Una derrota más para los ya derrotados conspiradores.
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