¿Es cierto que Morena en Puebla ganaría con cualquier candidato en las elecciones del 2024 o es la perspectiva que se quiere creer para justificar la imposición de un perfil perdedor como Ignacio Mier?
Para mí es la segunda opción.
En las últimas semanas se han venido publicando una serie de columnas y artículos de opinión que aseguran que buena parte de la definición de la persona que representará al Movimiento Regeneración Nacional en el estado en los próximos comicios dependerá de los resultados del proceso en marcha en el Estado de México.
La especie apunta a que, si el lopezobradorismo logra ganar con una amplia ventaja en el EdoMex a pesar de la mala imagen y pésima candidata que es Delfina Gómez, el partido marrón confirmaría la teoría antes mencionada que “con cualquier candidato gana” por más desconocido, impresentable o corrupto que sea.
La maestra Delfina es el claro ejemplo de que Morena puede hacer ganar “a quien sea”.
A nivel nacional existen otros ejemplos claros como Evelyn Salgado, en Guerrero; o Américo Villarreal, en Tamaulipas.
Sin embargo, la entidad poblana no ha mostrado esta tendencia en las últimas elecciones.
En lo particular, difiero de estos análisis que aseveran que el morenismo en Puebla es capaz de ganar con cualquier candidato.
Y es que, la historia y los datos dicen lo contrario.
El Estado de México claro que tiene una valía importante de votos que rebasa el 10% del padrón electoral nacional y es una de las entidades “laboratorios” que sirven para determinar el ánimo social para los comicios presidenciales.
Tampoco podemos olvidar que en el 2017, el PRI logró retener el gobierno del estado y vencer al lopezobradorismo que avanzaba en tren a la Presidencia de la República. Un año más tarde y a pesar de que Alfredo del Mazo venció a Delfina Gómez, quien hoy repite en la candidatura, el Revolucionario Institucional tuvo que rendirse ante Andrés Manuel López Obrador y entregarle el gobierno federal.
Considero que la elección del EdoMex se cerrará a cinco puntos y “La Maestra Delfina” será la primera mujer en gobernar el otrora gran bastión priista, pero –como lo vimos hace 6 años– esto no será indicativo de lo que sucederá en los comicios del primer domingo de junio del próximo año.
El electorado poblano tiene ciertas similitudes y se mueve en un sentido similar al de la Ciudad de México, estado en el que el lopezobradorismo sufrió en el 2021 –al igual que en Puebla– un duro golpe en las urnas.
En dichos comicios intermedios, el bloque aliancista opositor “Va por México” obtuvo muy bueno resultados tanto en la CDMX como en Puebla, en donde logró recuperar importantes espacios y plantarle cara a Morena y a López Obrador.
Se demostró que el Movimiento Regeneración Nacional ya no gana con la simple imagen del presidente ni con la buena aceptación del partido.
En la capital del país, el PRIANRD dividió en dos al estado al ganar nueve alcaldías, mientras que Movimiento de Regeneración Nacional y Partido del Trabajo se quedaron con siete demarcaciones luego de que en el 2018 pintaron casi todas las exdelegaciones de marrón.
En Puebla el escenario del 2021 fue similar.
Muchos de los que hoy aseguran que Morena “gana con cualquier candidato” o que Morena “ganará fácil en el 2024” también afirmaron en ese proceso que Claudia Rivera “por el arrastre de AMLO” se reelegiría a pesar de su pésimo gobierno y su mala imagen como alcaldesa.
Rivera Vivanco, sobra decirlo, es el claro ejemplo de que el partido lopezobradorista no gana con cualquier candidato.
En dichas elecciones, como sucede en las proyecciones para el proceso del 2024, Morena arrancó con una amplia ventaja frente a la alianza del PAN y el PRI, sin embargo en los cruces con candidatos la ventaja del Movimiento se reducía de manera considerable frente a Eduardo Rivera, entonces abanderado de “Va por Puebla” en la Angelópolis.
La historia se repite.
Nadie puede negar que Morena es el partido más popular y mejor evaluado entre los poblanos, pero hay una enorme diferencia a precisar que el partido marrón “gana con quien sea”, pues eso no sucedió en las elecciones del 2018, 2019 y 2021.
De hecho, en los últimos comicios intermedios de Puebla existieron una serie de inventos convertidos en candidatos como René Sánchez Galindo, Lizeth Mejorada, Pablo Salazar, Julio Lorenzini, entre otros, que fueron barridos en las votaciones.
Las elecciones por el gobierno del estado del 2018 y del 2019 no fueron tampoco un día de campo para Morena.
Ahí están las diferencias entre los candidatos.
La posible imposición de Mier como candidato para el 2024 bien debería de reflejarse en el espejo de Claudia Rivera y las elecciones del 2021.
Un perfil repudiado, poco conocido y sin trabajo de tierra daría resultados funestos para la 4T en la entidad.
La elección del 2024 será bastante cerrada y todo indica que Morena no arrancará con ventaja frente a Lalo Rivera y la alianza PRIANRD.
Claro que Morena no gana con “quien sea”.
Al menos no en Puebla.
