Muchos han sido los intentos vanos de descarrilar a Miguel Barbosa desde su arribo al gobierno del estado hace ya dos años.
Los ensayos por frenarlo iniciaron desde que fue postulado como candidato de Morena en las fraudulentas elecciones del 2018 y continuaron cuando repitió como el abanderado del partido lopezobradorista en los comicios extraordinarios del 2019.
Tanto ajenos a su partido, como sus propios correligionarios y hasta gente que fue muy cercana en su momento, Barbosa Huerta ha tenido que navegar como gobernador del estado contra viento y marea sin que hasta el momento ninguna de las muchas conspiraciones y complots le hayan afectado, y, por el contrario, lo han fortalecido como el titular del Ejecutivo en Puebla.
Ver: Las descaradas mentiras de Julieta Vences e Inés Parra
El mandatario poblano ha derrotado a cada uno de sus enemigos aglutinados en el PAN, como Genoveva Huerta, Eukid Castañón, Tony Gali y el resto de viudas y huérfanos del siniestro Rafael Moreno Valle; y en Morena como Fernando Manzanilla, José Juan Espinosa, Rodrigo Abdala, Claudia Rivera, Carlos Evangelista, Edgar Garmendia, Alejandro Armenta o David Méndez.
A todos ellos, Barbosa les demostró que es un servidor público de primera línea y un gran operador electoral, quien a pesar de todas las conjuras en su contra ha salido avante y cuyo capital político ha ido incrementándose conforme avanza su gobierno.
Ahora, el mandatario poblano enfrenta a un nuevo bloque creado en las últimas semanas entre Ignacio Mier, Genoveva Huerta, y los esbirros de ambos en el Congreso del estado, Carlos Evangelista y Eduardo Alcántara.
Y es que, el coordinador de los diputados federales de Morena y la lideresa estatal del PAN tiene objetivos comunes: minar el proyecto de Eduardo Rivera rumbo al 2024 y dinamitar la buena relación con el gobernador Barbosa.
Tanto Nacho como “La Jefa Geno” sueñan con aparecer en la boleta para las elecciones estatales próximas, pero para ello deben mermar a Rivera Pérez, quien desde hoy ya es el rival a vencer en los comicios que marcarán la sucesión de Barbosa Huerta.
Aunque existen dos versiones periodísticas diferentes sobre el ‘amasiato’ entre Ignacio y Genoveva una señal inequívoca del pacto secreto entre ambos es el cambio de la línea editorial del periódico del presidente de la Cámara de Diputados a favor de la dirigente panista a quien en el pasado criticaron de manera férrea y hasta agresiva.
Para entender los pasos de Mier Velasco solo basta con revisar las notas de su rotativo con presencia local.
La alianza es real y no hay que perderla de vista.
Ver: Lilia Cedillo hace historia en Puebla
Como lo narré de manera exclusiva en la entrega del 16 de septiembre, Evangelista Aniceto es la cabeza del ridículo G5 antibarbosista creado al interior de la bancada de Morena, en el que también participa Daniel Mier, la hija de Nacho Mier, Edgar Garmendia, Iván Herrera y Angélica Cervantes.
Si bien el fiasco del G5 no cuenta con la fuerza necesaria para plantarse como un problema a Miguel Barbosa y a Sergio Salomón Céspedes en el Congreso el estado, su alianza con Huerta Villegas, quien tiene a su merced los 7 votos de “Rasputín” Alcántara, Nancy Jiménez, Guadalupe Leal, Karla Rodríguez, Oswaldo Jiménez, Mónica Rodríguez Della Vecchia y Patricia Valencia, ya representa un grupo más sólido, pero aún insuficiente para frenar la aprobación de las principales iniciativas, reformas o estados financieros del gobierno del estado.
No será ninguna sorpresa que los diputados traidores morenistas se unan en ciertas votaciones a la fracción pansita.
La asociación entre Mier y Genoveva, además de ser una “piedra en el zapato” del Legislativo local e incómoda para el gobierno de Puebla, también es una apuesta a futuro, ya que ambos, como lo expliqué antes, buscan abanderar a sus partidos en el proceso electoral local del 2024, por lo que ambos ganan uniéndose en contra de sus enemigos en común: Lalo Rivera y Miguel Barbosa.
(Esta misma fórmula la estamos viendo a nivel nacional con el pacto entre Marcelo Ebrard y el impresentable Ricardo Monreal, quienes están coaligados para frenar a Claudia Sheinbaum como la preferida de Andrés Manuel López Obrador para sucederlo en el gobierno de la República).
Ni Genoveva Huerta quiere que Lalo Rivera sea el candidato del PAN al gobierno del estado ni a Nacho Mier le gustaría a enfrentarse en la elección contra el alcalde electo de Puebla.
Huerta Villegas le causa mucha molestia el trato privilegiado que Miguel Barbosa le ha dado a Rivera Pérez y a Mier Velasco le irrita que el gobernador de Puebla prefiera al panista por encima de él y de muchos de sus detractores enlistados en Morena.
En otras palabras, el binomio Babrosa-Rivera es el enemigo público de Genoveva y Mier.
Ver: Lilia Cedillo, Miguel Barbosa y Alfonso Esparza
El nerviosismo por iniciar el juego de la sucesión ha provocado que hasta la derecha y la izquierda se unan.
¿Funcionará el ‘amasiato’ entre Ignacio Mier y Genoveva Huerta?
La historia reciente apunta a que Nacho y “La Jefa Geno” van a fracasar como muchos otros detractores de Barbosa.
Ya lo veremos.