Gaby Bonilla hace latir el corazón de Puebla
Gaby Bonilla es una mujer que siempre trae dibujada la sonrisa en el rostro.
En un mundo en el que por muchos años se ocultaron los rostros detrás de un cubrebocas ver el semblante siempre feliz y sonriente de una persona es una bendición.
¿Por qué la esposa del gobernador Sergio Salomón Céspedes siempre está tan sonriente?
¿Qué es lo que siempre la cuelga esa sonrisa que la acompaña en su día a día?
Dos son sus grandes motores.
El primero, que siempre será el más importante y en que descansa toda su persona, es su familia.
Su esposo y sus tres hijas, Ceci, Fer y Mariana.
Pocos lo saben, pero la historia de vida tanto del gobernador Sergio Salomón, como la de su esposa Gaby, la cual está llena de sacrificios, una cultura de esfuerzo incansable y un amor inagotable que se ve reflejado en su familia, es lo que lo acercó tanto al fallecido Miguel Barbosa.
El exmandatario tenía una gran fijación por aquellos políticos –como él– que sin importar nada siempre ponderaban a su familia.
El otro gran motor que mueve y hace sonreír a Gaby Bonilla es su trabajo y todas las vidas que ha logrado tocar y cambiar desde la presidencia del patronato del SEDIF.
Bonilla Parada es de esas personas que nacieron con la vocación de ayudar al prójimo sin la promesa de recibir algo a cambio.
Estos valores han acompañado a su matrimonio con el gobernador de Puebla desde los años en los que ambos se veían en el parque en el zócalo de Tepeaca que dividía a sus casas.
Hoy, sus esfuerzos al frente del DIF poblano hacen que la sonrisa de Gaby Bonilla se ilumine.
Una sonrisa siempre hace latir el corazón.
Los latidos con los que la esposa del gobernador Sergio Salomón enumeró uno a uno los logros alcanzados en su primer año al frente del Sistema DIF estatal.
Doce latidos en doce meses.
«Les presento el gran latido que nos motiva e impulsa a seguir latiendo este año. De los menores que tenemos con nosotros es la dicha de vivir, de crecer en el núcleo más importante, la familia», fueron las palabras con las que Gaby Bonilla relató el momento más emotivo del acto celebrado en el Centro de Convenciones de la Angelópolis.
Cómo no hacer latir a un corazón cuando un niño o niña que carecía de padres encuentra al fin una familia.
Y es que, la presidenta del SEDIF se llenó su corazón de latidos al presentar los resultados del sistema de adopciones, que fue el programa estrella durante su primer año de labores y que se retomó en su administración.
Este proyecto permitió integrar a menores de edad a un núcleo familiar, con la entrega de 21 actas de nacimiento de menores adoptados y los casos de 109 menores que fueron restituidos en familias.
Al presentar el caso de la pequeña Ana Miry, la sonrisa de Gaby Bonilla ya no cabía en el recinto del barrio de San Francisco.
La esposa del gobernador tiene más que 12 latidos sonreír.
Su sonrisa, su trabajo y su esfuerzo han hecho latir el corazón de Puebla una vez más.
El eslogan del primer informe de Gaby Bonilla no miente: “desde el corazón de Puebla”.
Un corazón que late y sonríe, como lo hace la presidenta del SEDIF.
La vida le sonríe a ella, al gobernador Sergio Salomón y a sus tres hijas.