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El Gobierno de Puebla, a la vanguardia en Salud en México

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Si algo ha caracterizado al actual gobierno del estado, que inició Miguel Barbosa y que ahora encabeza Sergio Salomón Céspedes, son los proyectos sociales a favor de los más necesitados y desprotegidos en Puebla, quienes fueron olvidados y abandonados por décadas por las gestiones del PAN y del PRI.

La deuda con los pobres era real y una asignatura pendiente que Barbosa Huerta decidió saldarla.

El lema de la administración barbosista era cierto: “un gobierno que siente y piensa como la gente”.

Hoy, ese lema evolucionó con Céspedes Peregrina a un “Un Gobierno Presente”.

Cierto es, el primer gobierno emanado de izquierda en Puebla sí pondera esas dos máximas del manual de Andrés Manuel López Obrador que asegura que “primero los pobres” y “con el pueblo todo, sin el pueblo nada”.

Sí, en Puebla se tiene un gobierno que siente como la gente y que es un gobierno presente para los que más lo necesitan.

El legado de Barbosa continua con Sergio Salomón, quien entendió perfecto el sentido con el que su mentor encaminó los destinos del estado.

El manejo de la estrategia para contener la pandemia del Coronavirus en el estado dejó claro que en la entidad poblana las políticas públicas dejaron de ser electoreras y mediáticas para convertirse en verdaderas acciones para transformar la realidad de los más necesitados.

No por nada, Puebla fue puesto por el propio gobierno federal como ejemplo a nivel nacional por la reacción, atención y cuidado de los enfermos por Covid-19.

En innumerables ocasiones, el presidente López Obrador llevó en sus ‘mañaneras’, ese popular mecanismo de alineación para comunicar de manera masiva y acomodar ideas en el colectivo popular, la estrategia que desde la Secretaría de Salud del estado se implementaron para controlar todas las olas que generó y sigue generando el virus que se originó en China.

Incluso, el gobierno barbosista fue en contrasentido de la estrategia y planes que se dictaban desde la federación.

Cuando en todo el país el desabasto de medicamentos era una crítica constante y aguda hacia el gobierno de AMLO, en Puebla el estado invirtió recursos para que las medicinas y los tratamientos –incluidos los de cáncer– no faltaran ni se atrasaran.

Y es que, la salud de los poblanos no estaba para improvisaciones ni ocurrencias.

La inauguración hecha por el gobernador Sergio Salomón la mañana de este miércoles de la unidad de hemodiálisis en el Hospital del Sur, en Puebla capital, para atender a todas aquellas personas sin seguridad social, es el ejemplo perfecto para demostrar que las políticas sociales del gobierno del estado son para y por los poblanos a los que nadie volteaba a ver.

Este nuevo espacio contará con nueve sillones para realizar hemodiálisis, así como una unidad de ósmosis portátil para el servicio de Urgencias. Con esta nueva adecuación, cuya inversión fue de 200 millones de pesos, se atenderán diariamente a 30 pacientes, al decir por el propio titular de Salud Puebla, José Antonio Martínez García.

Fue el pasado 7 de diciembre –seis días antes de su muerte–, cuando Miguel Barbosa inauguró las primeras dos unidades de este tipo en los hospitales Para el Niño Poblano y General del Norte.

Las palabras emitidas en ese día por el exgobernador hoy cobran mayor relevancia, pues aseguró que entre las obligaciones del servicio público están impulsar políticas para apoyar a las personas que más lo necesitan, así como fortalecer la asistencia de salud.

“Mi administración con mucha calidez y humanismo seguirá con estrategias para hacer aún más por las y los poblanos que viven situaciones adversas”.

Tan contundente como eso.

El gobernador Sergio Salomón está consciente de eso y sigue la misma ruta de su antecesor.

El legado barbosista, como lo he mencionado en otras oportunidades, está bien resguardado en las manos de Céspedes Peregrina.

Qué lejos quedaron esos tiempos que los lemas y slogans de los gobiernos en turno no eran más que mentiras y chistes mal contados.

Hemos escuchado en año recientes cada barbaridad, como “sin pedir un peso prestado” o “el brazo fuerte del pueblo”.

Sentir y pensar como la gente, se dice tan sencillo que parece irreal que algunos gobernantes lo olvidaran en su ejercicio público.

Puebla, vale la pena recalcarlo, tiene un gobierno presente.

Así de claro.

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