Talento y fortaleza (El caso Natali Hoyos López)
El Estado tenía una deuda pendiente con Natali Hoyos, la joven futura directora del SICOM en el gobierno de Alejandro Armenta.
Hoyos López, junto con su hermana Michelle, vivió un verdadero infierno por la indolencia, intolerancia y megalomanía de la exalcaldesa Irene Olea cuando el 10 de marzo del 2023 cubría las actividades relacionadas con el 8M de ese año en Izúcar de Matamoros.
Sí, Natali Hoyos, quien el próximo 14 de diciembre encabezará la estrategia y operación del sistema de telecomunicaciones del estado, fue la reportera que sufrió en carne propia la furia de una edil embriagada de poder, quien ordenó amenazarla, secuestrarla, torturarla y violarla.
De acuerdo con la publicación que mantiene fijada en su cuenta oficial de X, Natali hace un desgarrador relato de la pesadilla que padeció hace un año y medio en Izúcar, la cual terminó en una denuncia ante la Fiscalía General de la República y con la vinculación a proceso de seis exservidores públicos del Ayuntamiento por su aparente responsabilidad en los delitos de tortura sexual y abuso de autoridad.
A la fecha, Irene Olea sigue impune.
El Estado le había fallado a las hermanas Hoyos López.
Después de muchas negativas y ausencia injustificadas, en mayo pasado –justo a la mitad de las campañas electorales– Olea Torres fue obligada a comparecer por una jueza federal al estar directamente señalada como la autora intelectual de los delitos cometidos contra Natali y Michelle.
El expediente, que consta de 10 tomos, 12 mil hojas y más de cien pruebas que confirmaron las vejaciones contra la futura directora del SICOM y su hermana, que elaboró la FGR marcó un gran precedente para la protección de los periodistas contra los abusos del poder en Puebla.
“(Las víctimas) fueron detenidas y castigadas física y psicológicamente a través de actos tendientes a intimidarlas, discriminarlas y obtener información durante su detención de manera ilícita”, refiere la Fiscalía Especializada. “Los actos de tortura fueron agravados por haberse realizado tortura sexual y por cometerse con la finalidad de castigar la libertad de expresión de las víctimas”, añade el expiente.
La agente del Ministerio Público a cargo del caso señaló en la audiencia que los elementos de Seguridad Pública, de Irene Olea, se habrían burlado de las periodistas y habrían revelado que su detención fue, supuestamente, una orden directa de la alcaldesa de Izúcar de Matamoros.
Las indagatorias detallaron que Natali, Michelle y dos activistas más permanecieron incomunicadas por varias horas y posteriormente fueron forzadas a pagar una multa de mil 900 pesos por daños al mobiliario urbano, derivado de una serie de pintas realizadas durante las protestas por el 8M, de las que ellas no fueron parte y solo dieron cobertura mediática.
“Nosotras no vamos a descansar hasta tener justicia y que por este hecho no haya impunidad”, mencionaron las hermanas Hoyos en una brutal entrevista concedida al portal de noticias Poblanerías.
El camino de Natali ha sido largo y tortuoso. Ella aún busca justicia y que el peso de la ley haga pagar a Irene Olea.
La justicia divina ya le tocó hacer su parte, pues Olea Torres perdió la reelección como presidenta municipal de Izúcar el pasado 2 de junio como consecuencia de una gestión corrupta, rapaz e intolerante.
El sabio pueblo izucarense actuó en consecuencia, ahora solo falta que las autoridades judiciales hagan lo suyo en contra de la infame Irene Olea.
El nombramiento de Natali Hoyos como futura directora del SICOM hecho por Alejandro Armenta no solo es un acto de humanismo por parte del gobernador electo, también refleja un reconocimiento para todos aquellos reporteros, periodistas, fotoperiodistas y comunicadores que hemos sido víctimas de los abusos del poder.
Sí, el Estado tendía una deuda pendiente con la colaboradora de Alejandro Armenta, quien la incluyó en el paquete de designaciones más importantes de su gabinete: el de su círculo compacto.
La encomienda de la licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Ibero Puebla no será para nada fácil, pero tiene la juventud y el talento necesario para darle continuidad al trabajo hecho por el brillante Pedro Gómez, quien ya tiene sus maletas hechas para mudarse a la Ciudad de México para asumir la comunicación de la bancada de Morena en la Cámara de Diputados y de su coordinador, Ricardo Monreal.
Una deuda saldada con la periodista que enfrentó con valentía a la tiranía de Irene Olea.
Ahora solo falta que la exalcaldesa pague.
Vienen buenos tiempos para el SICOM.
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