Lalo Rivera gana el juego de las vencidas en el PAN
A pesar de los pataleos del naciente TUCOL (Todos Unidos Contra Lalo), conformado por Edmundo Tlatehui, Rafael Micalco y Mónica Rodríguez Della Vecchia, el control del PAN en Puebla le seguirá perteneciendo a Eduardo Rivera y su grupo político.
Todos los esfuerzos para bloquear, descarrilar y vetar a Rivera Pérez de la renovación de la dirigencia estatal del albiazul a finales de este año tras la dolorosa y apabullante derrota del 2 de junio fueron en vano por parte de la triada en contra del exedil de la capital, que nació este fin de semana.
Y es que, Lalo Rivera logró sobrevivir a su descalabro electoral a pesar de que todos los dedos apuntaron directamente hacia él como principal responsable de la caída de Acción Nacional, lo que fue un acto no solo vil, también fue de una desmemoria absoluta, pues el otrora alcalde de la capital no fue el único culpable de la derrota en las urnas.
Si bien es cierto que Rivera tiene parte de la responsabilidad de que el PAN perdiera por segunda elección consecutiva el gobierno del estado tampoco se puede apartar a personajes como Genoveva Huerta o su exasesor estrella Eduardo Alcántara del juicio panista, pues la exlideresa del albiazul y el exdiputado local hundieron al partido en un marasmo total del 2018 al 2021, desperdiciando así su rol de oposición en los primeros años del gobierno de Miguel Barbosa.
Así como también se señala a Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro, en sus encargos de presidenta y secretario general del Comité Directivo Estatal, como culpables de la vergonzosa derrota de junio, de igual forma –insisto– se debe apuntar hacia Huerta Villegas y Alcántara Montiel, quienes se agandallaron y vendieron candidaturas a perfiles poco competitivos en las elecciones intermedias del 2021, se repartieron las carteras del CDE entre amigos y cómplices, y jamás lograron encausar una oposición de peso frente al barbosismo.
Cierto como lo es, Eduardo Rivera se murió con la suya en los comicios del primer domingo de junio y no abrió espacios a otras corrientes ni grupos del PAN en Puebla y en el pecado llevó la penitencia.
Pero tampoco se puede escatimar en la habilidad que mostró el exalcalde de la Angelópolis para reinventarse tras semejante descalabro y de limpiar su imagen en la cúpula nacional del PAN a pesar de nunca haber congeniado con Marko Cortés y su grupo cercano.
Lalo Rivera logró ganarse la confianza de Jorge Romero, quien jamás pescó el anzuelo de cargarle todas las culpas al exabanderado del PAN en Puebla, a tal grado de que el excoordinador parlamentario albiazul en San Lázaro lo incluyó en su planilla que peleará por la dirigencia nacional del partido, la cual se perfila a ser la vencedora en la interna que se llevará a cabo en próximos días.
El futuro líder nacional del PAN tuvo que echar mano de tres liderazgos regionales, Lalo Rivera, Santiago Taboada y Renán Barrera, quienes además fueron candidatos fallidos a los gobiernos de Puebla, Ciudad de México y Yucatán, para sacar adelante la elección interna en estas entidades claves que acumulan a un buen número de militantes del albiazul.
Con este acuerdo y valiosa alianza pactada entre Romero Herrera y Rivera Pérez es casi un hecho que el grupo político de Lalo conserve la dirigencia estatal del PAN sin importar los intentos vacíos y necios del TUCOL.
El muy enterado periodista Arturo Luna incluso ya adelantó que Lalo Rivera podría sumar a su proyecto político a Genoveva Huerta como dupla de Adán Domínguez, quien todo parece indicar será el candidato a presidente del CDE y la diputada federal sería la próxima secretaria general.
De ser cierta esta especie, el exedil capitalino lograría desactivar a su más seria opositora interna, puesto que Rafael Micalco y Mónica Rodríguez Della Vecchia no tienen un peso relevante en el panismo local y más bien buscan alguna posición en su eterno chantaje contra Rivera Pérez.
En el juego de las vencidas del PAN, Eduardo Rivera demostró que a pesar de todo sigue teniendo la muñeca y el brazo más fuerte.
Ahora falta ver si el PAN ahora sí será una oposición real en el sexenio que encabezará Alejandro Armenta o seguirá fingiendo que quiere recuperar el poder sin que en los hechos lo demuestre.
La renovación de Acción Nacional, ni en lo nacional ni en lo local, será sencilla.
Reinventarse o morir.
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Off the record
El gobernador electo Alejandro Armenta comenzó a deshojar la margarita de su círculo más compacto de colaboradores.
El primer nombramiento lo hizo la mañana de este martes en el marco del inicio oficial del proceso de entrega-recepción al anunciar que será Delia Álvarez la futura coordinadora de Comunicación Social del gobernador.
Esta figura, como muchas de su futura administración, será nueva en el organigrama del gobierno del estado, pues el cargo de Álvarez Bigurra será para tareas exclusivas del gobernador.
Hay que precisar dos asuntos
El primero, Delia Álvarez es de las personas más leales y cercanas a Armenta Mier. La veracruzana ha caminado hombro a hombro con el futuro mandatario desde que este arribó al Senado en el 2018.
En su gira por Estados Unidos, Delia Clarissa fue la sombra de Alejandro Armenta, a quien no le perdió la pista ni un solo momento e informó de manera puntual cada paso del gobernador electo.
El segundo tema que hay que aclarar es que la coordinación de Comunicación Social y Agenda Digital del Gobierno del estado aún sigue vacante y su titular está entre las dependencias que todavía no tiene nombramiento, aunque la mayoría sabemos por quién será encabezada.
Tiempo al tiempo.
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