Ahora Nacho Mier asesora a Movimiento Ciudadano
“Lo nuevo va en serio”, es el eslogan con el que Movimiento Ciudadano busca no perder su registro como partido político nacional en las elecciones federales del 2 de junio comparando “a la vieja política” con “la nueva política”.
Una frase que más bien parece una burla para el intelecto del electorado mexicano.
MC enarbola todo lo que es “la vieja política”.
Acuerdos cupulares, un partido franquicia que se vende al mejor postor, rol de esquirol a favor del presidente de la República en turno, uso irregular de prerrogativas y venta de candidaturas a influencers, actores y empresarios con historiales criminales.
El partido naranja es todo menos un “movimiento ciudadano”.
La premisa que sería el estandarte para la campaña de Samuel García que hacía alusión a Nuevo León, la entidad que mal gobierna, y a “lo nuevo de la política” ahora no encaja con el perfil de Jorge Álvarez Máynez, quien ya pasó por las filas del PRD, Nueva Alianza y PRI y que ahora entró al relevo en la carrera presidencial una vez que el mandatario neolonés no logró resolver el brete en el que se metió luego de que el Congreso local eligió como su sustituto a uno de sus principales opositores.
Sobra decir que Máynez, quien optó por resaltar su apellido materno ante el peligro de hacer campaña como un “Don Nadie” llamado Jorge Álvarez, está llevando al despeñadero a los emecistas, partido que sin Samuel García corre el riesgo latente de perder el registro federal ante el INE.
En Puebla, la situación de Movimiento Ciudadano es aún más grave.
Su abanderado Fernando Morales, quien de manera difícil pasaría una prueba antidopaje en las campañas que están a días de iniciar, no solo es el ejemplo perfecto de los ‘políticos viejos’, que son tan aborrecidos por los emecistas, sino que, también es un cuadro acusado de nepotismo, corrupción y violencia política en razón de género.
El papel de Morales Martínez, quien posee como único atributo político el vínculo consanguíneo con Don Melquiades Morales, en la actual elección no es más que el de un candidato porril encomendado a golpear a la alianza Mejor Rumbo para Puebla, conformada por el PAN, PRI, PRD y PSI.
De facto, “El Parri” Morales (bautizado así de manera brillante por el periodista Zeus Munive en una entrevista en la que el exlíder estatal del PRI cometió un “parricido” –de forma figurativa– en contra de Don Melquiades al desconocerlo e irse al regazo de Mario Marín) es un aliado de la 4T en los comicios de junio próximo.
A pesar de ser oposición, Fernando no lanza una sola crítica al gobierno federal, estatal o al abanderado de Morena.
Es más, Morales es mejor paladín de la Cuarta Transformación que los propios candidatos de la coalición Sigamos Haciendo Historia.
Fue el pasado 15 de marzo cuando el etílico Jorge Álvarez Máynez lanzó un spot dirigido para Puebla en su cuenta personal en el que golpeaba a Alejandro Armenta, candidato de Morena al gobierno del estado, recordando su pasado en el Revolucionario Institucional, como único argumento para demeritar al abanderado de la 4T, quien jamás ha negado su hoja de vida y sus inicios en la política.
Maynéz olvida, tal vez por su gusto por los destilados, que en el mismo periodo que refiere en su video propagandístico contra Armenta, él también era un fiel seguidor de Enrique Peña Nieto en el Congreso de Zacatecas.
El spot del abanderado presidencial de MC pasó desapercibido por dos situaciones: la nula influencia del candidato que no es Samuel García y porque la mayoría de los emecistas locales, como Fernando Morales, Ramón Fernández Solana y Fedra Suriano, salieron también de las filas del tricolor.
Pero, algo no cuadra entre el actuar y los acuerdos oscuros de Fernando Morales.
Y es que, Fernando Morales contrató los servicios de Ignacio Mier como su asesor estrella desde el inicio de las campañas federales y de las próximas locales que comienzan el primer segundo del próximo 31 de marzo.
Una fuente de extrema confianza compartió una serie de fotografías y datos bastante reveladores en los que Morales y Mier ya instalaron un búnker alterno del partido naranja en las oficinas de Diario CAMBIO, en la Colonia Anzures, desde el que se diseña la imagen de los candidatos a senadores, diputados federales y locales, así como el de los alcaldes, además del manejo de redes sociales y medios de comunicación.
Ver para creer.
De día, Nacho Mier jura y perjura que es un fiel soldado de los compañeros fundadores de Morena y de López Obrador, pero de noche asesora al partido que ataca al gobierno federal y a Alejandro Armenta.
No dude que muchos de los “Morenachos Obradoristas”, que encabezan la rebelión en Puebla en contra de Morena bajo la premisa “Armenta Sí, Imposición No”, aparezcan en las regidurías de MC y suplencias de los legisladores ya registrados.
Si por ahí la estrategia de Movimiento Ciudadano en Puebla da un giro de 180 grados y comienza a atacar a Alejandro Armenta, en esta columna encontrará las razones.
Nada mejor que dos viejos políticos, como Mier y Morales, estén encargados de la estrategia del que se dice el partido “nuevo” de la política.
Qué los “Fosfo” los redima.
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