El nombre de quién será el o la candidata de Morena en Puebla sigue siendo un misterio hasta el día de hoy.
Quien asegure lo contrario está totalmente equivocado.
La asignación del género para las candidaturas de los nueve estados que renovarán sus gobiernos locales, que deberán ponderar a las mujeres para que cinco de estos espacios les correspondan a ellas, así como lo bloques de competitividad que cada partido político deberá integran conforme a sus últimos resultados electorales, es un verdadero enigma que a la fecha no tiene respuesta.
En este mismo espacio habíamos advertido sobre los borradores que el CEN de Morena ya realiza para los comicios concurrentes del 2024, en los que Puebla fue asignado en una primera instancia en el bloque de baja competitividad y luego en el de media, lo que no proyecta un buen panorama para los aspirantes del partido lopezobradorista para la elección del próximo año.
Los datos con los que cuenta la dirigencia nacional morenista, que tienen sus propios sondeos y estudios, contrastan con las encuestas con ligero favoritismo hacia Ignacio Mier en las que se asegura que la otrora alianza Juntos Haremos Historia está cinco a uno sobre el Frente Amplio por México en la entidad.
Nada más alejado de la realidad.
Otro dato que ha hecho mucho ruido en las últimas semanas es la posibilidad de que el Comité Ejecutivo Nacional de Morena reserve para una mujer la candidatura al gobierno de Puebla para el proceso electoral que dará inicio de manera formal en noviembre próximo.
Es de resaltar que ya son muchas las fuentes que dan por un hecho que será una mujer la que represente por primera vez al Movimiento Regeneración Nacional en Puebla en unas elecciones.
En el 2016 fue Abraham Quiróz el candidato del naciente partido lopezobradorista quien buscó de manera fallida ganar el minigobierno de 20 meses que estaba en disputa; para el proceso de 2018 fue Miguel Barbosa el abanderado de Morena y para la elección extraordinaria del 2019 repitió el fallecido exgobernador.

Solo para el proceso interno del 2019, Nancy de la Sierra, quien ya no milita en el Morena, se convirtió en la primera mujer en llegar a la última fase para pelear por la candidatura al gobierno del estado.
A cuatro años de distancia, el panorama dio un giro de 180 grados, pues existen más mujeres que hombres apuntados en la lista de aspirantes que buscan abanderar el próximo año a Morena.
Esto no es ninguna casualidad y tampoco es fortuito.
Al decir de los borradores de Morena para asignar el género y los bloques de competitividad, que fueron publicados otra vez en la columna Bajo Reserva de El Universal, Puebla fue reasignada al bloque de mediana competitividad junto con la Ciudad de México y Morelos, luego de que hace unas semanas había sido colocado en el bloque de estados de baja competencia junto con Jalisco y Yucatán.
Guanajuato y Puebla intercambiaron sitios.
En el bloque al que ahora pertenece el estado deberá nombrarse a dos mujeres como candidatas y solo a un hombre.
Tanto en la entidad del bajío como en la poblana, Morena tiene posibilidades de triunfo, pero los momios apuntan a elecciones bastante cerradas y hasta con ligera ventaja para la alianza PRI-PAN-PRD, lo que echa por borda la especie de que la 4T arrasaría con cualquier candidato en el estado.
Lo que más destaca es que la asignación del género para Puebla sigue pendiente en los primeros ensayos del CEN morenista, pues la entidad está supeditada a lo que suceda con las candidaturas en la Ciudad de México y Morelos.
Es decir, Puebla será un comodín para Morena.
Todo lo que digan y filtren los hombres que aspiran a la candidatura, es lo de menos.
La Ciudad de México es la que ahora más preocupa a Palacio Nacional y al CEN morenista, pues en la capital del país todo indica que será un hombre el encargado de evitar que la izquierda pierda su bastión histórico en el 2024, una encomienda bastante compleja, de acuerdo con las encuestas que ponen al FAM por encima del partido marrón.
En la CDMX la puja interna morenista está centrada en Omar García Harfuch, Mario Delgado y Ricardo Monreal, pues Clara Brugada no asegura detener la tendencia negativa de Morena en esta demarcación.
En Morelos el escenario es igual de complejo, ya que Rabindranath Salazar, uno de los hombres más cercanos y fieles a Andrés Manuel López Obrador, ya se tuvo que bajar de la contienda a pesar de tener todo a su favor para dejarles el paso a Lucía Meza y a Margarita González Sarabia.
Más que las “pinches señales”, las “palabras mayores” o las “cargadas”, lo que hoy más importa es descifrar el enigma del género para definir las candidaturas.
En Puebla, aunque muchos lo nieguen, la candidatura de Morena sigue en al aire.
¿Y si fuera ella?