De a poco, el narcotráfico se ha ido infiltrando en la política y en la administración pública de Puebla.
El cáncer que se ha enquistado en otros estados, en donde el narcotráfico cogobierna con los partidos políticos está cada vez más presente en la entidad poblana.
Para nadie es un secreto que una de las herencias malditas que el morenovallismo le dejó a Puebla fue la fuerte presencia del crimen organizado y cómo el siniestro Rafael Moreno Valle les abrió las puertas del estado a los principales cárteles del país para que operaran el huachicoleo en la región a cambio de fuertes cantidades de dinero que sirvieron para patrocinar su fallida campaña presidencial.
La llegada del infame Facundo Rosas, y de sus esbirros como el preso Alejandro Santizo, fue el inicio del fin para la paz y la tranquilidad de la entidad, que pasó de ser “el estado en donde vivían las familias de los narcos” a ser una plaza en disputa con la protección de los dos antes mencionados, quienes controlaban las corporaciones policías estatal y de la capital.
El morenovallismo lo descompuso todo.
El narcotráfico comenzó a ganar no solo territorios, sino órdenes de gobierno como el caso de Qecholac, municipio que forma parte del Triángulo Rojo, en donde la familia Martínez Fuentes, comandada por “El Toñín”, saltó a la política hasta que logró llegar a la presidencia del Ayuntamiento en la figura del hoy detenido Alejandro Martínez.
A través de una alianza indecible con el PSI, “El Toñín” impulsó a sus familiares para ocupar cargos de elección popular y con ello no solo dominar el negocio del robo de hidrocarburos en la zona, sino acumular poder para protegerse de cualquier embate de la autoridad.
El caso de Quecholac y la narcopolítica no es el único que ha destacado en los últimos, pues en Tecamachalco, la tierra que domina el Clan de los Mier, también es un foco rojo en el estado.
En el último trimestre del 2021, el “poderoso” coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier, fue nota nacional al descubrirse sus vínculos con Sandra Nelly Cadena, la legisladora suplente del partido lopezobradorista detenida por posesión de armas de uso exclusivo del ejército y nexos con las bandas huachicoleras del Triángulo Rojo.
Este no fue el único affair de Mier Velasco y su familia. El periodista Fernando Maldonado reveló en su columna Parabólica del 22 de septiembre titulada “La liga entre los Mier y la delincuencia”, que Daniela Mier sostuvo una reunión con Adriana Martínez Fuentes, hermana de “El Toñín”, en un Itallian Coffee a las afueras de la Ciudad de Puebla.
Por si fuera poco, el “inútil” Ignacio Mier Junior provocó la peor crisis en la carrera política de su padre que sueña con ser el aspirante a abanderado de Morena en el 2024 durante el caso de los tres ministeriales ejecutados en Tecamachalco a finales de noviembre del año pasado a manos de sus policías municipales y del preso Santizo Méndez.
Hoy, nos encontramos frente a otro caso que no puede pasar desapercibido por lo delicado del asunto y el avance cada vez más rápido de la narcopolítica en Puebla.
Con un boletín como cualquier otro, la Fiscalía General del Estado informó este jueves sobre la detención de un hombre y una mujer investigados por los delitos de extorsión, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército y Fuerza Armada y delitos contra la salud.
“El 10 de enero de 2022 los imputados llegaron a bordo de una camioneta Suburban con placas de circulación del estado de México, a las oficinas de la víctima en el municipio de Atlixco
Una vez que el afectado salió a su encuentro, Samantha Marian N. y César N., quienes se identificaron como integrantes de un grupo criminal, lo amenazaron con armas de fuego, pero ambas personas fueron detenidas por elementos de la Policía Municipal.
Los uniformados además hallaron dos bolsas con hierba verde de características similares a la marihuana al interior de la unidad en la que llegaron las dos personas ahora imputadas”.
¿Quién es Samantha Marian N.?
La hoy presa es operadora política y bastante cercana del senador Alejandro Armenta y en su momento también lo fue de la exalcaldesa Claudia Rivera y del impresentable Leobardo Rodríguez.
Como lo muestra el reportaje que El Incorrecto exhibe en su portada, la oriunda de Huauchinango es una de las principales gestoras de Armenta Mier, quien la ha llevado a la Cámara Alta en varias ocasiones como se exhibe en las fotografías exclusivas en poder de este portal de noticias.
No solo eso, el ahijado de Mario Marín le ha dedicado mensajes en su cuenta oficial de Facebook e incluso la reunió con el embajador de Rusia en México, Victor V. Kornelli.
En un par de fotografía se puede ver a Samantha Marian N junto con Claudia Rivera al igual que con otros miembros del primer círculo de Armenta, como José Thomé, su vocero y enlace con medios de comunicación; y el exmagistrado local depuesto Fredy Erazo Juárez, quien es el abogado y miembro del staff del senador expriista.
Al decir de diferentes fuentes consultadas por quien esto escribe, la #NarcoBarbie formó parte de la campaña de Rivera Vivanco y fue subordinada del infame Leobardo Rodríguez, quien era el vínculo entre Alejandro Armenta y la candidata fallida de Morena a alcaldesa de Puebla.
Ni cómo negar lo evidente.
La descomposición del poder en plenitud.
La narcopolítica es una realidad en la entidad y las pruebas están a la vista de todos.
Las amistades peligrosas de Ignacio Mier y de Alejandro Armenta les pueden costar bastante caro cuando busquen un cargo en el 2024.
El cáncer que se vive en Veracruz, Morelos, Tamaulipas o Nuevo León poco a poco va enfermando a Puebla.
Por mucho que se digan, estos ya no son hechos aislados.
Es tiempo de poner atención a este problema o las consecuencias pueden ser fatales para todos los poblanos.