
Últimos apuntes de la elección presidencial

La narrativa en la última semana de la elección presidencial cambió de manera drástica justo en el momento en que Morena y Claudia Sheinbaum veían a los comicios del próximo domingo como un mero “trámite”.
Nada más lejano de la realidad.
Varias son ya las versiones, tanto políticas como periodísticas, que la unción de la gran heredera de Andrés Manuel López Obrador necesitará ser inducida y hasta con el empleo de los famosos fórceps.
Para nada será un parto sencillo.
Cierto es que nadie duda que la primera mujer en llegar a la presidencia de México será Claudia Sheinbaum Pardo, pero –siempre hay pero– todo indica que la diferencia frente a Xóchitl Gálvez no será superior a los 10 puntos y que está puede cerrarse hasta a los cinco, lo que complicaría de manera dramática la gobernabilidad en las dos cámaras del Congreso de la Unión y echaría por borda el cada vez más imposible “Plan C”.
Y es que, la mayoría de las encuestas, que aún mantienen un mínimo de rigor y ética profesional, han ajustado sus números para proyectar que la victoria de la abanderada de Sigamos Haciendo Historia sobre su rival de Fuerza y Corazón por México será algo más que ajustada.
El famoso encuestador y también uno de los más malversados, Roy Campos, en un acto de sinceridad inaudita ya abrió el paraguas justo antes de las elecciones del fin de semana y aseguró que los resultados de sus sondeos (y el de la mayoría de sus colegas) no son los mismos que los de hace un mes.
“Sobre las encuestas que salieron hoy, dice @RoyCampos que no se parecen a las de ayer. Ayer eran todas de los 20 puntos y hoy aparecieron más cerradas, de 10 puntos”, menciona un tuit de la periodista Denisse Maerker derivado de una entrevista que el director de Consulta Mitofsky concedió a Noticieros Televisa.
Seguro que la declaración de Roy Campos generó suspicacias y serias dudas acerca de la narrativa que hasta hace unas semanas manejaba el bloque oficial sobre una “elección ya definida”.
En este mismo sentido, el periódico Reforma ya también se amarró el dedo al acortar diez puntos en tan solo un mes la diferencia entre Sheinbaum y Xóchitl. Al decir de su último sondeo levantado este miércoles, fecha límite para publicar encuestas, la morenista se impondría a la panista por 15 puntos a pesar de que a inicios de abril le dieron a la exjefa de la CDMX una ventaja de 25 puntos sobre la senadora con licencia.
Las encuestas de El Financiero, México Elige y GEA-ISA van en concordancia con lo proyectan Reforma y Mitofsky: la ventaja de Claudia Sheinbaum no superará el 10 por ciento.
Lo cierto es que la victoria de la morenista podrá oscilar entre el 5 y el 8 por ciento.
Esto en automático se traduciría a que la Cámara de Diputados y el Senado de la República no tendrá una mayoría absoluta por parte de la 4T.

¡Adiós Plan C!
Hoy más que nunca quedó demostrado que la guerra de encuestas que daban diferencias inverosímiles e ilógicas no fue más que una estrategia más del aparato de propaganda de Morena y aliados para instaurar la idea, como lo mencioné en un párrafo anterior, de una elección ya definida.
Los encuestadores saben que su prestigio va de por medio y estará en juego el próximo domingo.
Se vale ser marrano, pero no trompudo.
Existen algunas tendencias que las casas encuestadoras no pudieron ocultar, como lo son las cerradas elecciones que se están presentando en estados claves para ganar la presidencia de la República.
De acuerdo con diferentes estudios demoscópicos, la alianza entre el PAN, PRI y PRD podrá ganar cinco de los nueve estados en juego el 2 de junio: Yucatán, Guanajuato, Ciudad de México, Morelos y Veracruz; la coalición entre Morena, PT y PVEM lo haría en tres: Puebla, Chiapas y Tabasco; y Movimiento Ciudadano retendría Jalisco.
¿Se puede ganar la elección presidencial sin los estados con los padrones electorales más grandes?
Todo parece indicar que no.
Y es que, todo indica que de las cinco entidades con el mayor número de electores, Estado de México (13 millones de electores), Ciudad de México (7,9 millones), Jalisco (6,6 millones), Veracruz (6 millones) y Puebla (4,9 millones), Morena solo ganará una, la poblana.
Esto, sobra decirlo, complica las matemáticas finales del 2 de junio.
Al final, en las elecciones todos son sumas y restas.
Matemáticas simples.
Ya veremos si uno más uno termina siendo tres.
El desenlace está a cuatro días de distancia.
Por cierto: ¡por fin se acabaron las campañas!
Y eso, hay que celebrarlo.
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