Para la oposición en el país, la senadora, Xóchitl Gálvez es un oasis en el desierto, -diría un oasis en el incierto electoral- del Frente Amplio de Oposición.
Su visita a Puebla vino a remover conciencias, estrategias y claro, aspiraciones políticas.
Si Xóchitl es la candidata al gobierno de la ciudad de México, por qué, no ir con todo el actual presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez a la candidatura al gobierno de Puebla.
Ana Teresa Aranda Orozco, actual diputada federal, se encaramaría en el traje sastre de la candidatura a la presidencia municipal de la capital poblana.
Xóchitl Gálvez es un bálsamo en este momento para la oposición en México, porque no veían por dónde y quién se atrevería a sacar las papas del horno político electoral del PAN-PRI-PRD.
El fenómeno que dicen es Xóchitl, solo se puede asentar que es la figura del momento, tras las sinuosas, preocupadas e insípidas campañas no campañas de todas las corcholatas.
El principal promotor de la senadora Xóchitl Gálvez, ha sido paradójicamente el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Que un día sí y el otro también, señala en la mañanera, la crítica, la ataca, la hace menos, sin ver qué la hace más.
Así las cosas, el recorrido de Gálvez por Puebla vino a traer ese oasis, ese bálsamo que la oposición a MORENA quería.
Xóchitl Gálvez ahí la lleva, por el momento.