¿Qué significa «bellaco» y por qué Lilly Téllez llamó así a Noroña?
Un enfrentamiento verbal en el Senado mexicano generó una oleada de memes y críticas en redes sociales, luego de que la senadora panista Lilly Téllez calificara al presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, como «bellaco».
Este episodio despertó curiosidad sobre el significado de la palabra, pues, aunque su uso en este contexto fue peyorativo, el término «bellaco» tiene diversas interpretaciones que van desde lo insultante hasta lo popularmente divertido.
Durante el acalorado debate sobre la Reforma Judicial, promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la tensión política alcanzó su punto máximo cuando Téllez respondió a un comentario de Fernández Noroña.
Tras ser llamada al estrado de manera que consideró despectiva, la senadora replicó con la frase: «¿Cómo se llama el bellaco que preside esta mesa?», lo que provocó indignación entre los legisladores de la coalición oficialista.
La confrontación entre Téllez y Fernández Noroña fue uno de los momentos más tensos del debate, que ya estaba cargado de fuertes discusiones sobre la polémica reforma. Sin embargo, más allá de la disputa política, el uso de la palabra «bellaco» atrajo la atención del público.
¿Qué significa «bellaco» en la cultura popular?
En el ámbito popular, especialmente en la música urbana y el reguetón, «bellaco» adoptó una connotación diferente. Se utiliza para describir a alguien que disfruta bailar o que es percibido como atractivo.
De hecho, una de las exponentes más conocidas de este género en México es la cantante Bellakath, cuyo nombre artístico mezcla «bellaco» y «cat». En este contexto, la palabra adquiere un significado positivo y divertido, que contrasta con su sentido tradicional.
El significado según la RAE
La Real Academia Española (RAE) define «bellaco» como un adjetivo con connotaciones negativas, describiendo a una persona como «ruin, vil, despreciable o malvado». En algunos contextos, también se asocia con la caballería en México, refiriéndose a un caballo difícil de gobernar.
Este contraste entre el uso popular y el significado oficial de la palabra es lo que ha generado parte de la discusión. Mientras que en el Senado fue empleada como un insulto, en la cultura popular ha sido resignificada para representar algo completamente diferente.